"Quien permite el desorden para evitar la guerra…
Tierra de nadie
Nicolás Maquiavelo fue una de esas escasas mentes brillantes que, muy de vez en cuando, alumbran las penumbras de la infame mediocridad en la que sobreviven la inmensa mayoría de los humanos. Entre los muchos pensamientos y deducciones que le hicieron ser considerado como el padre de la política contemporánea, hay uno que encaja "que ni pintado" para calificar la vergonzosa chapuza a la que se ha permitido llegar a una caterva de golfos, sus inevitables palmeros y la piara de listillos, fracasados, rencorosos y advenedizos que, ineludiblemente, siempre rodean -como esas apestosas moscas verdosas y cojoneras- la mierda de la que esperan alimentarse. Mas, Puigdemont, Junqueras, "la puta malfollá" -se califica ella misma-, Romeva, Forcadell y la fétida y numerosa compaña que les baila el agua; al aguardo de recoger las migajas, o migajones, que queden sueltos tras el monstruoso descalabro al que están llevando a Cataluña; no es que no entiendan, es que ya planearon que iban a "no querer entender" desde el comienzo del absolutamente impensable disparate al que han conseguido llevar a los catalanes -sí, a los del "seny"…-.
Como hienas traidoras, alevosas, hipócritas y sucias, fueron tejiendo, por los oscuros rincones de un descerebrado proyecto, su hedionda tela de araña. Envenenaron la opinión pública, mintieron y difamaron, se apropiaron de medios de comunicación públicos y coaccionaron a los privados, engañaron, traicionaron, escupieron y se cagaron en todo lo que no fuera ellos, manipularon datos, impusieron mordidas, prohibieron nuestra lengua, falsificaron la Historia, distrajeron obligaciones, adjudicaron subvenciones a capricho, marcaron a los "disidentes", amenazaron a los "rebeldes", agredieron a los "indisciplinados", impulsaron un clientelismo baboso, cobarde y repugnante, en la empresa privada y en los organismos públicos; inocularon el miedo, fabricaron una oscuridad ficticia e inventaron una claridad falsa, delataron a quien les incomodaba, arruinaron al inconformista, pervirtieron la realidad, sodomizaron la ética y prostituyeron la moralidad. Su asquerosa felonía es mucho pero que cualquier vulgar sedición, porque enfrenta a hermanos, rompe amistades, destroza familias y… quién sabe lo que pueda llegar a suceder con España. ¡Imperdonable!
Yo, como la mayoría de los españoles, quiero entender al presidente del Gobierno. No dudo de su buena voluntad, ni de que ha hecho lo que creyó mejor. No dudo tampoco que, casi con seguridad, haya incluso reprimido alguna tentación de aplicarse con mucha más contundencia -no ha tenido ninguna-, probablemente alguno de los muchos ineptos que tiene en su próximo derredor así se lo hayan aconsejado… aquí tiene el resultado. Usted, como es obvio, señor presidente, se ha equivocado. Rectifique.
¡… Y ya está usted tardando! Eche, antes que nada, a los inútiles, crónicos e incurables, que le "aconsejan"; agárrese, luego, los machos, y actúe, ¡actúe!, por el bien de España. Da igual lo que diga el abrazafarolas de Pedro Sánchez, Susana Díaz es más socialista que él y, ya ve, está con usted en esto -"chapó, señora Díaz-. Da igual lo que digan los fascistas de "Podemos", los siempre interesados nacionalistas vascos y las "mareas" de meapilas que suben y bajan como cabras locas, Albert Rivera también está con usted en esto; y si suma los suyos, los socialistas que siguen a Susana -la mitad del PSOE- y Ciudadanos, tiene usted mayoría más que suficiente para intervenir Cataluña; encausar a golpistas, sediciosos, traidores, ilegales varios, delincuentes, y policías que desobedecen e incumplen las resoluciones judiciales; restablecer el orden constitucional y democrático que hemos votado la abrumadora mayoría de españoles -catalanes también-, y poner las cosas, y a todos, en su sitio -legal y político-. Después, inmediatamente, convoque usted Elecciones Generales, y a ver qué pasa: si gana, se deshace de la morralla que le impide consolidar la recuperación, y ¡"tira millas…"!; si pierde, se va usted por la puerta grande, con las orejas de los traidores, el rabo de los golpistas, la conciencia tranquila, el honor intacto, y el reconocimiento sincero y permanente de una España agradecida, de la Historia, y de parte del mundo mundial -de la parte que importa-
Si no…: … TENDRÁ PRIMERO EL DESORDEN Y LUEGO LA GUERRA" (N. Maquiavelo)
PD: ¿Cuántos muertos necesita "Podemos" para condenar a Maduro, el dictador asesino de Venezuela? ¡Ya son 152, El Parlamento secuestrado y La Constitución allanada!
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