La pesadilla de la 'zona naranja'
La polémica regresa a veldelagrana
Cambio de hábitos y hasta de playa por parte de muchos jerezanos para no tener que pagar por aparcar
El verano está en su ecuador y soportar el calor día tras día hace mella en cualquiera. Nadie podrá negar que un día de playa es uno de los planes más apetecibles que se pueden planear en la época estival y hasta hace poco uno de los planes más económicos para las familias jerezanas que, con sólo coger el coche, en unos quince minutos podían meter sus pies en la blanca y caliente arena de Valdelagrana, la playa de la localidad vecina de El Puerto más frecuentada por los jerezanos.
Pero estas familias que disfrutaban de días playeros en El Puerto ven de nuevo este verano cómo sus planes se complican. Desde el pasado año, la zona de aparcamientos de Valdelagrana está pintada de naranja. Esta playa, que siempre ha sido un reclamo para cuantos escapan del calor de Jerez, ahora presenta un panorama un tanto distinto al de años anteriores.
Hace años, quien iba a la playa tenía que ir bien temprano para ‘pillar’ un aparcamiento; si no, lo que tocaba era dar vueltas y vueltas hasta encontrar un sitio en el que meter el coche, sacar las toallas, las neveras, sombrillas, sillas y cómo no, el cubito, la pala y el rastrillo de los pequeños. Ahora todo es distinto.
Quien esté dispuesto a pagar, puede aparcar en primerísima línea de playa, sin dar vueltas; así de fácil, llegar y aparcar. Pero esa posibilidad cuesta al playero 1,20 euros la hora, o bien 6 euros por 8 horas para los que no quieran estar pendientes del reloj y no tener que ir y volver cada hora a renovar el tique del parquímetro. La renovación se recomienda hacer, ya que la sanción en caso de que el tique esté pasado de hora asciende a los 7,20 euros.
De hecho, las bolsas de aparcamiento están de lunes a viernes a media ocupación, y sólo se llenan los domingos.
Y es que muchos jerezanos, viendo la situación, han optado por otras formas de desplazarse hasta el mar. Aunque algunos se resignan a pagar por aparcar cerca de la playa que han elegido para pasar el día de veraneo, los que más veces acuden a la costa se han visto obligados a hacer uso de los trenes de cercanías, algo que tampoco es que sea lo más económico hoy en día si la familia es muy numerosa.
El apeadero de Valdelagrana, inaugurado hace relativamente poco, es una alternativa cómoda, rápida y relativamente económica para los jerezanos, aunque no todo son ventajas. A pesar de que los trenes de cercanías que comunican Jerez con Valdelagrana pasan cada media hora aproximadamente y que el precio de ida y vuelta no llega a los cuatro euros, una cantidad asequible dentro de lo que cabe, multiplicada por varios miembros de la familia supone un gasto considerable. Los viajeros, tras bajarse del tren, han de hacer una caminata de unos 15 minutos hasta las escaleras de la playa, todo este camino en la mayoría de los casos cargados con sillas, neveras y bolsas donde llevar todo lo que necesitarán en su día de playa.
Muchos de estos usuarios de Renfe son jóvenes que no tienen otro medio de transporte para llegar a El Puerto pero, tras la instauración de la zona naranja, el perfil de usuario de estos cercanías se ha visto incrementado notablemente por personas de entre 20 y 50 años, una horquilla bastante amplia de perfiles y generaciones que se mezclan todos en un mismo tren. Grupos de jóvenes se relacionan con familias completas, todos en un mismo tren y con un mismo destino.
La mayoría de las familias que han optado por el transporte ferroviario coinciden en sus razones. “No podemos permitirnos pagar 6 euros por un día de playa. Si venimos tres veces en semana a pasar todo el día, necesitamos sólo para aparcar casi 20 euros, y a eso súmale la gasolina, cada vez más cara, y la comida y bebidas que traigamos de casa, y tal y como están las cosas económicamente, no podemos pagarlo”, afirma una joven.
Eso, los que todavía apuestan por Valdelagrana, porque otros jerezanos han optado por irse a otras localidades para pasar un día de playa sin tener que pagar por aparcar.
Desde la localidad portuense son ya muchos los detractores de esta medida de pagarrpor aparcar en Valdelagrana.
Antonio Fernández, concejal de IUen la Corporación muncipal de El Puerto, asegura que “esta medida es puramente recaudatoria, y hay muchos que no están de acuerdo”. Fernández cuenta cómo la asociación de vecinos de Valdelagrana está muy descontenta con la ‘zona naranja’, ya que según el vencidario, la ‘zona naranja’ conlleva un terrible caos en el tráfico de ese área, porque los que se niegan a pagar por un sitio donde aparcar estacionan sus coches en calles colindantes y provocan aglomeraciones en vías cercanas a la playa.
La ‘zona naranja’, que este año cumplirá su segundo consecutivo en funcionamiento, ha ocasionado aún más inconvenientes a los usuarios que el año anterior ya que este verano la empresa municipal Impulsa, promotora de la iniciativa, ha ampliado aún más la zona, por lo que Fernández asegura que los comerciantes están aún más indignados. “Los comerciantes de Valdelagrana hacen su agosto en los meses de verano y con la ‘zona naranja’ los visitantes no vienen. Muchos de los comerciantes nos han contado que están haciendo de caja poco más que lo que hacían en el mes de mayo, cuando en años anteriores a la ‘zona naranja’ el verano era su época más fuerte”.
Desde el Ayuntamiento portuense se insiste sin embargo en que el objetivo principal de la zona naranja es “la reordenación del aparcamiento eliminando obstáculos para el que quiera aparcar en la playa sin la necesidad de dar vueltas y vueltas sin encontrar sitio”.
Las playas portuenses, tan concurridas en época estival, según el Consistorio, “necesitan de un ordenamiento, como lo tienen en el resto de las playas, o en el resto de las ciudades como son Rota, Cádiz y otras muchas. En El Puerto hemos tardado en hacerlo pero era necesario”.
Desde el equipo de gobierno se asegura que, con respecto a la ‘zona naranja’, sólo están teniendo “buenos resultados”. Según fuentes municipales, algunos vecinos de la localidad han solicitado que su zona de residencia se incluya en esta forma de regulación del aparcamiento, para garantizar la rotación de sitios en las bolsas de estacionamiento habilitadas para ello, dejando atrás la “desorganización de otros veranos, en los que los usuarios aparcaban sus coches en ocasiones incluso en zonas ajardinadas o encima de las aceras”.
Pero la rotación de las plazas de aparcamientos que garantiza la ‘zona naranja’, para IU de El Puerto no es más que una suposición del Ayuntamiento portuense y de la empresa municipal encargada de gestionar las bolsas de aparcamientos. Según Antonio Fernández, “no se garantiza la rotación de plazas para aparcar ya que el parquímetro permite comprar tique de hasta 8 horas, lo que supone que el vehículo estacionado en una plaza se pase todo el día en ella sin dejar la posibilidad a otro usuario de encontrar el sitio que él está ocupando. Por tanto, la excusa de que la ‘zona naranja’ es algo muy bueno para todos porque va a garantizar que las plazas roten y vayan quedando huecos donde aparcar se está comprobando que no es del todo cierta”.
El Consistorio portuense asegura que las medidas de reordenación del aparcamiento que conlleva la ‘zona naranja’ sirve para que la recaudación se reinvierta en el mantenimiento de la playa,
Tal y como declaró el año pasado una edil popular del ayuntamiento portuense, Leocadia Benavente, aprovechar la recaudación de la ‘zona naranja’ para el mantenimiento de las playas es algo razonable dado que, según esta concejala, los visitantes jerezanos no aportaban nada a la ciudad, ya que su turismo se basaba “en llevarse los filetitos y las tortillas sin dejar ingresos en la localidad”.
Con respecto a estas declaraciones que el Ayuntamiento de El Puerto consideródesafortunadas, el Consistorio insiste enérgicamente en que fueron unas manifestaciones sin importancia y que no tuvieron transcendencia alguna, y asegura que todos los visitantes fueron y serán bien recibidos en las playas portuenses o en el resto de la ciudad, abogando por ser “buenos vecinos entre las localidades”.
Paralelamente al ayuntamiento, la plataforma ‘No a la ‘zona naranja’ ha llevado a cabo varias manifestaciones pidiendo la retirada de esta ordenación, con el único propósito de que las playas de la ciudad sean un reclamo y que todos los portuenses, así como sus visitantes, puedan acceder y disfrutar del paisaje natural de forma gratuita y no con imposiciones económicas.
A pesar de toda la discordia que está levantando el tema de la ‘zona naranja’, en lo que va de verano son muchos los bonos de aparcamiento que se han vendido, según algunas fuentes partidarias de esta medida. Los residentes son los que más se han animado a comprar estos bonos, entendiendo como residentes a todo aquel que desempeñe alguna actividad profesional en la zona de Valdelagrana o bien sea propietario de algún inmueble de la zona, así como los empadronados o habitantes del resto de la ciudad.
Dado que el verano está en su ecuador y falta el mes más importante, agosto, aún no hay balances certeros de qué resultado tendrá finalmente la imposición de la ‘zona naranja’ en la localidad un año más, aunque el Ayuntamiento reitera que en lo que va de verano están muy satisfechos.
IU, sin embargo, disiente: “El año pasado se invirtieron 180.000 euros en poner la ‘zona naranja’ y sólo se recaudaron al final de la temporada 200.000 euros, un beneficio mínimo comparado con las molestias que ocasionó a comerciantes y usuarios de las playas de la ciudad, y este año vamos a ver si no va por el mismo camino”.
La plataforma ciudadana ‘No a la zona naranja’ comparte la opinión del grupo de izquierdas. Desde este grupo de participación ciudadana se han llevado a cabo varias convocatorias para reclamar el final de la medida, convocatorias que no han obtenido respuesta alguna por parte del gobierno local.
Desde el equipo de gobierno insisten en que la ‘zona naranja’ aportará bienestar a la ciudad y a los que la visiten y ven esta medida como la mejor para ordenar el tráfico estival en las zonas más concurridas. Consideran además que el precio por hacer uso de las plazas de aparcamientos habilitadas en ‘zona naranja’ por la empresa Impulsa “es asequible y considerado con los ciudadanos y no es una cantidad desorbitada por aparcar en verano en primera línea de playa”. La opinión de la calle, sin embargo, dista bastante de la del Consistorio portuense. Según muchos jerezanos que antes acudían asiduamente a la playa portuense, sus planes no son factibles ahora con la situación actual: “ Las carteras están bajo mínimos y pagar hasta por aparcar no está al alcance de todos los bolsillos”, apunta un jerezano.
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