Una empresa de capital británico proyecta en Jerez la construcción de una planta para la generación de hidrógeno verde, que requerirá para su funcionamiento de una megainstalación fotovoltaica de más de 400 megavatios de potencia. Los terrenos elegidos se encuentran al norte de la pedanía de Nueva Jarilla. El proyecto lleva aproximadamente un año tramitándose para obtener los beneplácitos ambientales y su promotor es una filial de la sociedad Hive Energy.

En el sector, el hidrógeno verde está calificado como la “energía del futuro” pues puede ser usado como combustible no contaminante. Ahora bien, para catalogarse como verde su proceso de producción, ya que el hidrógeno se encuentra en la naturaleza combinado con otros elementos, tiene que realizarse mediante energías limpias.

De este modo, el proyecto promovido por la sociedad de capital británico en Jerez contempla la construcción de una planta de generación de hidrógeno verde que funcionaría gracias a un megaparque solar cuya energía que generase se destinaría exclusivamente para este proceso. El hidrógeno se obtendría del agua, por lo que las instalaciones contarían con una planta de tratamiento. El producto obtenido se evacuaría a través de un gasoducto (hidroducto) de casi seis kilómetros de longitud que vertería en la red gasística a la altura de la barriada rural de Torremelgarejo.

El avance del proyecto presentado al Ministerio para la Transición Ecológica plantea ubicar estas plantas en 26 parcelas situadas al norte de Nueva Jarilla ocupando una superficie de más de 1.000 hectáreas. La instalación fotovoltaica, de 434 megavatios, sería la de mayor potencia prevista hasta el momento en el término municipal jerezano.

Ahora bien, para la obtención del agua, el promotor señala en la documentación remitida a la administración central que recurriría a una balsa del agua situada en el interior de las fincas donde se prevé el proyecto (el embalse de La Torre), aunque reconoce que requeriría de las correspondientes concesiones por parte de la administración competente —en este caso la Demarcación Hidrógráfica del Guadalete-Barbate. La estimación es que la planta requeriría de un consumo de 500.000 metros cúbicos de agua al año —una vivienda requiere de media unos 153 metros cúbicos, según el Instituto Nacional de Estadística (INE)—.

El proyecto se presentó al Ministerio para la Transición Ecológica a finales del mes de mayo del año pasado y en octubre se trasladó a los distintos organismos y entidades para que detallen qué estudios ambientales requiere para poder autorizarlo o no con posterioridad.