¿Es posible impartir clase a distancia?, ¿es posible atender al alumnado desde sus casas?, ¿es posible mantener reuniones grupales del profesorado (de equipos educativos, de departamento, de coordinación, Claustros, evaluaciones,...)?, ¿es posible interactuar con responsables legales?, ¿se pueden hacer exámenes con un mínimo de credibilidad o control asegurado?, ¿existen suficientes recursos para sustituir a las clases presenciales?, ¿cómo va a acabar todo esto?Sin duda, muchas cosas se han resuelto. Con interés, compromiso, dedicación, más interés, esfuerzo, tiempo, estudio, investigación, imaginación, más tiempo, más esfuerzo, más compromiso...Pero se echan en falta muchísimas cosas.Las circunstancias mandan.
Hay quien pretende hacer trampas en estos momentos delicados, hay quien se replantea su implicación y hay quien teme, como es lógico, por su futuro.Todo ha cambiado, parece que nada permanece, pero lo esencial se ha hecho evidente, lo fundamental se ha convertido en prioritario, lo cotidiano se ha transformado en un instante (prolongado) en lo inhabitual.Ahora se evidencia la importancia trascendental de la educación, de la preparación, del esfuerzo continuado, de los recursos necesarios, de la toma de conciencia de la seriedad del proceso formativo.Hacemos lo que podemos.Salud y ánimo.
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