Edna O´Brien y el jerez de sus novelas
El Rebusco
La escritora irlandesa falleció el pasado 27 de julio
La sociedad que retrataba la enfrentó con su propio país

Una vez más volvemos tras la pista del jerez en la literatura de autoras en lengua inglesa. En esta ocasión será la irlandesa Edna O´Brien (1930-2024), cuyas historias nos brinda una variedad de menciones al jerez.
Lo mismo ocurría con su compatriota Iris Murdoch (1919-1999), otra escritora en la que nuestros vinos están presente.
En sus novelas, las de una y otra, se puede hacer un seguimiento de las formas y maneras en la que el jerez se desenvolvía en sociedad irlandesa de la segunda mitad del siglo XX, lo que nos proporciona una información muy valiosa, tanto o más que cualquier sesudo análisis oficial de su consumo en aquella isla.
En el 2020 el valor de las exportaciones de vino de Jerez a Irlanda fue solo de 5,8 millones de euros, una bajada importante si pensamos que cinco años antes fueron 7,1 millones.
Los Wine Geese es el término como se conocen a aquellos irlandeses obligados a emigrar, pero que triunfaron bodegueros y comerciantes de vino. En la zona de Jerez se establecieron algunos, como Garvey, Terry, O´Neale, Fitzgerald o Murphy.
Los vínculos de Jerez con Irlanda son tradicionales, tanto es así que uno de los finos más famosos lleva el nombre del santo patrón de la verde Erín, San Patricio, de las bodegas Garvey.
Semblanza biográfica
La escritora irlandesa Edna O´Brien falleció el pasado 27 de julio, a la edad de 93 años. En sus novelas recrea con aguda mirada crítica la sociedad de su país.
O´Brien consiguió ser conocida por su polémica trilogía compuesta por Las chicas de campo, La chica de ojos verdes y Chicas felizmente casadas.
Su primera novela, publicada en 1960, Las chicas de campo, provocó un escándalo nacional en la Irlanda católica y conservadora. Pero cuando una selección de sus documentos personales se incorporó a los fondos de la biblioteca nacional de Irlanda en 2021, la ministra de Cultura Catherine Martin reconoció su importancia como novelista y cronista de un país que una vez la había rechazado y vilipendiado: ‘’Afortunadamente, el trabajo de Edna O´Brien ahora es reconocido como las magníficas obras de arte que son”.
O’Brien escribió más de 20 novelas y trabajó hasta bien entrada la década de los noventa. Nacida en el condado occidental de Clare en 1930 fue educada en un convento, pero huyó de la influencia paterna para formarse como farmacéutica en Dublín. Posteriormente se mudó a Londres, donde trabajó para una editorial, y donde se dio a conocer como autora.
A pesar de su dilatada carrera, O´Brien no es muy conocida en España. No es hasta el 2013 que en España se traduce la novela con la que debuta O´Brien, siendo un enigma, según la especialista Sara Martín-Ruiz, ‘el criterio que se ha seguido a la hora de seleccionar qué obras traducir y publicar en nuestro país’.
Según Martín-Ruiz ‘esta escasez de traducción al español de la obra de Edna O’Brien no se corresponde con la aclamada trayectoria de la autora, cuyos méritos literarios han sido reconocidos a nivel mundial en numerosas ocasiones’.
El jerez de sus novelas
Esas constantes alusiones al jerez las hemos visto en las más importantes escritoras anglosajonas que han desarrollado sus actividades a lo largo del siglo XX, bien en las británicas Agatha Christie, Rosamunde Pilcher, P.D. James, Ruth Rendell, Barbara Pym, J.K. Rowling, la premio Nobel Doris Lessing, o las norteamericanas P.D. James y Mary Higgins Clark.
De todas ellas hemos ido dando cuenta en estas entregas semanales, que este mes cumple su octavo aniversario.
Siguiendo un orden cronológico en la producción literaria de Edna O´Brien, empezaremos por la trilogía formada por los títulos Las chicas del campo (The country girls 1960, La chica de los ojos verdes (The girl with green eyes / The Lonely Girl,1962), y las Chicas felizmente casadas (Girls in their married bliss, 1964).
Los personajes femeninos juegan un papel importante, sobre todo las amigas Baba y Caithleen, que se moverán del cerrado ambiente rural y familiar al urbano de la gran ciudad, Dublín.
En las tres obras podemos Se bebía jerez en las casas: ‘A beber jerez en copas elegantes, a jugar al ajedrez, a comer souflés y venado asado’. O en los pubs: ‘antes de cenar tomamos jerez’.
Y es Baba, con su desparpajo, la que pide dos copas de jerez, ‘expulsando el humo directamente a la cara del camarero’; y este el que le pregunta ‘¿de cuál?’, ‘del que sea le replica?’ ella.
Eso sí, leemos esto: ‘Vertió el licor en dos vasos y los puso en el mostrador’.
Licor, que no vino, y vasos, que no copas. Lo de ‘vasos’ en lugar de copas es un mal uso que suele aparecer en las traducciones. Algo habitual en las novelas de Agatha Christie, por ejemplo.
En una de estas tres novelas, a Monsignor Frank se le describe junto a la chimenea disfutando del jerez: ‘full of wellbeing from the double cream sherry’.
En un lugar pagano (A pagan place, 1970), el jerez sirve para entonar en una fría mañana: ‘he served glasses of sherry, before and after, on a nippy morning’.
Comentemos la anécdota de la historieta exagerada, con tintes escatológicos, que describe en Madre Irlanda (Mother Ireland, 1979).
En ella interviene un párroco desconfiado y una sirvienta vengativa que le da las vueltas al que pretendía engañarla: ‘Las historias con la orina eran las más picantes, sobre todo la del párroco que, al sospechar que su ama de llaves estaba pimplándose el jerez, decidió rebajarlo con orina, y cuando al cabo de varias semanas en las que el nivel de la licorera seguía descendiendo descaradamente le expresó el asunto, ella respondió: Ay, padre, lo que pasa es que todos los días le añado un chorrito a la sopa’.
Una muestra del consumo de jerez entre los miembros de la Iglesia católica, y su uso como condimento gastronómico. El chorrito de jerez en el consomé.
Tal como ocurre en Time and Tide (1992), tanto para el caldo ‘a cosome with a dash of sherry and curry’, como para la repostería navideña: ‘Las cajas olerían a rico plum cake bañado con brandy o jerez’.
Vemos que tampoco falta el jerez para las Navidades en A Rose in the heart (1979): ‘Each Christmas, she gave Mama a bottle of cooking sherry’.
Algo habitual en casa del médico: ‘What will you have?, the doctor asked his wife. Anything, sherry’.
En una de sus últimas novelas, La luz del atardecer (The Light of the evenung, 2006), O’Brien, muestra un ambiente más selecto, donde uno de los personajes posee una selecta bodega con ‘decanters of port and sherry’. Y el hecho destacado de recibir el regalo de una botella de jerez: ‘Her husband was given a bottle of sherry that he did not unseal’.
El jerez, como vemos, es una constante en la novelística de O´Brien, un tema que necesitaría un acercamiento en detalle. Aquí lo hemos esbozado.
Algunos otros los dejamos apuntados: El objeto del amor (The love object, 1968), Noche (Night,1972), Lantern Slides: Stories (1990), Down by the river (1996) y Wild Decembers (1999).
También te puede interesar
Lo último
El parqué
De menos a más

Tribuna Económica
Carmen Pérez
O tro 0,25% menos

Quizás
Mikel Lejarza
Problemas para Tom Cruise y James Bond
Editorial
Golpe trumpista a la agricultura andaluza