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Jerez

El sector hotelero aguarda al 22 de junio para arrancar

  • El sector turístico aguarda al fin de las restricciones de movilidad en todo el país para poder reabrir la mayoría de los alojamientos hoteleros

  • Las empresas se centran en vender Jerez como un “destino seguro”

Exterior del hotel Sherry Park.

Exterior del hotel Sherry Park. / Manuel Aranda

El sector hotelero, en particular, y el turístico jerezano, en general, aguardan al 22 de junio para retomar una actividad clave en la economía local. Aunque el estado de alarma ya permite la apertura de alojamientos turísticos, la gran mayoría permanece cerrado ya que “no hay reservas”, tal y como apunta Antonio de María Ceballos, en representación de Horeca. De hecho, el representante de la entidad apunta que solo ha abierto algún que otro “establecimiento pequeño”.

Si la desescalada continúa sin contratiempos y la provincia de Cádiz sigue cumpliendo con los parámetros establecidos por el Ministerio de Sanidad para pasar las sucesivas fases de la desescalada, ese esperado lunes de junio está llamado a ser el primer día de la denominada “nueva normalidad”. A partir de ese momento, se permitirán los desplazamientos entre provincias que estén en una misma situación sanitaria, una movilidad que los establecimientos turísticos consideran imprescindible para volver a ponerse en marcha.

Sin embargo, se tiene la certeza de que habrá que esperar algo más para empezar a recibir a visitantes extranjeros teniendo en cuenta que, a día de hoy, siguen prácticamente cerradas las fronteras y no está claro cómo se podrá hacer viajes entre países, especialmente dentro de Europa.

“Ahora mismo, nos llaman la industria cero porque no hay movimiento ninguno; cualquier apertura es prácticamente inviable”. De esta manera el presidente del Clúster Destino Jerez, Antonio Mariscal, resume la situación que está atravesando el sector turístico. “Hasta que no haya libre circulación de ciudadanos no podremos hablar de tener actividad”, apostilla Antonio de María.

Los negocios hoteleros y turísticos están aprovechando estas semanas para empezar a adaptar sus negocios a las nuevas condiciones sanitarias. No en vano, días atrás el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo publicó unas guías para prevenir los contagios por coronavirus en el sector. Son momentos en los que, según Mariscal, las empresas están “trabajando en qué vamos a ofrecer, en detectar nuevos mercados y en ver cómo aprovechar la próxima temporada de playas”.

Las esperanzas del sector para “subsistir” están, como es lógico, en el turismo nacional. Eso sí, Antonio de María no quiere renunciar al visitante extranjero y, para ello, exige que el Gobierno central que adopte medidas al respecto para retomar estas llegadas. “Eso se puede arreglar con convenios entre países que establezcan controles sanitarios en los aeropuertos para evitar los viajes de posibles contagiados”, plantea el representante de la patronal hotelera y hostelera.

Entre 91.000 y 131.000 viajeros se contabilizaron entre los meses de julio, agosto y septiembre en los establecimientos hoteleros jerezanos en los últimos años, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su estudio mensual de coyuntura hotelera. De estos, en torno a un 35% suelen ser extranjeros. Mientras, las pernoctaciones en el periodo estival suelen superar las 200.000 y los niveles de ocupación rondan por encima del 70% de media.

El sector sabe que es una entelequia acercarse a estos dígitos este próximo verano pues no se prevé remontar hasta, al menos, febrero de 2021 cuando comience una nueva temporada, salvo que un rebrote del virus obligue a nuevas medidas de confinamiento a partir del otoño. Antonio Mariscal describe la situación: “Lo que intentamos es poder subsistir; nos queda por delante una travesía por el desierto, aunque todo ingreso que llegue será más que bienvenido porque nos ayudará a tratar de salvar nuestras empresas”.

Por ello, es fundamental el retorno de la movilidad. El máximo responsable del Clúster Destino Jerez, una entidad que engloba a las empresas de este sector en la ciudad, señala al respecto: “El turismo está basado en dos pilares, la movilidad y el contacto; los dos están actualmente cercenados por lo que el sector irá remontando conforme vaya cambiando la situación. Mientras tanto, nos queda adaptarnos a estos tiempos”.

Así, se incide en que es una pieza fundamental la vuelta a la actividad del aeropuerto. Desde que se decretó el confinamiento apenas ha recibido vuelos y solo está operativo si así lo requiere alguna compañía. De hecho, el pasado viernes se conocieron los datos de tráfico del mes de abril donde apenas se contabilizaron 157 viajeros por la terminal de La Parra y únicamente cinco conexiones con otros aeropuertos (dos de ellos con helipuertos). El vuelo con mayor número de pasajeros fue uno de la compañía Condor que llevó de vuelta a Alemania (concretamente a Frankfurt) a 113 turistas alemanes que permanecían en la provincia.

Perdida ya la temporada de marzo, abril y mayo donde se concentran los principales eventos en Jerez como la Semana Santa, la Feria o el Mundial de Motos, un periodo que representa en torno a una cuarta parte de los visitantes que recibe la ciudad (unos 80.000 aproximadamente, según estimaciones del INE), el sector mira ya al verano. De hecho, Horeca asegura que muchos establecimientos ya cuentan con reservas desde hace semanas.

No obstante, la segunda quincena de julio es el gran aliciente. La celebración durante tres fines de semana consecutivos de pruebas de alto nivel en el Circuito de Velocidad —dos grandes premios del mundial de Moto GP y una del campeonato de Superbike— supone un alivio para el colectivo, a pesar de que estas competiciones deportivas vayan a celebrarse a puerta cerrada. Los representantes del sector consultados inciden en la importancia de este evento tanto por su repercusión y proyección como por el volumen de personas que requiere este tipo de pruebas para su desarrollo, unido a que la celebración de varias pruebas de un mismo mundial en fines de semana consecutivos hará que las estancias de organización y equipos se alarguen durante, al menos, dos semanas. “1.000 personas en 15 días es una cifra muy buena para estos tiempos”, sentencia Antonio De María.

Pero, más allá de salvar el verano, Antonio Mariscal incide en la necesidad de que el sector centre sus esfuerzos en recuperar la “confianza del cliente”. “El precio ya no es un factor clave en la situación actual, no es lo que ahora mismo mueve a la demanda. Es cuestión de confianza, de ahí que sean tan importantes obtener las certificaciones y cumplir con los protocolos de seguridad. Tiene que venderse que Jerez es un destino seguro”, argumenta.

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