El servicio, clave del disfrute del vino

La página del Jerez

El Consejo desarrolla con gran éxito una nueva titulación encaminada a reforzar los conocimientos de los profesionales de la hostelería sobre la forma de servir

31 de mayo 2012 - 08:26

El simple acto de disfrutar de una copa de vino de Jerez no es sino el colofón de un larguísimo proceso que comienza en la viña y que continúa en la bodega. Los cuidados y esfuerzos que el viticultor y el bodeguero ponen durante años en la elaboración de un vino, tienen como un único fin su máximo disfrute del mismo en su momento de consumo.

Muchos son los factores que pueden hacer de este momento una experiencia inolvidable o una experiencia negativa, que lleve al consumidor al rechazo del vino.

El bodeguero debe por tanto confiar en el buen hacer y conocimiento del hostelero que es quien está en contacto con el consumidor final y quien debe servir el vino en las óptimas condiciones en términos de conservación, copa, temperatura y con platos que completen la armonía.

Los pasados 21 y 22 de mayo un total de 35 participantes procedentes de toda España recibieron por parte del Consejo Regulador formación específica en todos estos ámbitos de servicio y disfrute, en el primer Curso de Sumiller Especializado en Vino de Jerez.

El nuevo programa, especialmente dirigido a profesionales de la restauración (sumilleres, maîtres, cocineros o restauradores), tiene por objetivo dotar a los profesionales de la restauración del conocimiento y herramientas necesarios para trabajar y comunicar el vino de Jerez de forma adecuada, mejorando de este modo su oferta y alcanzando una mayor excelencia en el servicio y su maridaje con la gastronomía. Una excelencia que se traslada al consumidor, lo que repercute directamente en la valoración y reconocimiento del producto.

Para ello, el curso ha incluido talleres prácticos de maridaje, cocina y coctelería con vinos de Jerez, para lo que se ha contado con colaboradores externos expertos en la materia, en definitiva, una formación de calidad con la que se quiere dar respuesta a la creciente demanda de un sector que requiere programas adaptados que incidan en un conocimiento práctico y orientado al servicio al cliente.

La temperatura constituye un aspecto esencial para el correcto servicio y disfrute de cualquier vino. En el caso de Jerez, la multiplicidad de tipos y ocasiones de servicio hacen difícil dar una recomendación válida para todos los casos. En cualquier caso, como cualquier vino blanco, siempre un toque de frío es necesario, nunca se deben servir a temperatura ambiente.

La copa también es importante para un correcto disfrute del vino. Si se utiliza el catavinos jerezano, que sea amplio y de cristal fino. Más recomendable en mesa es su servicio en copas de vino blanco que nos permita mover ampliamente el vino para extraer todos sus matices. Con talle generoso que nos permita cogerla sin calentar el vino, la forma de la copa debe ayudar a la concentración de los aromas, y además favorecer que se abra y respire para ofrecernos todos los matices del envejecimiento.

Y por último, el maridaje: el arte de combinar vinos y platos para que alcanzar plenitud de sensaciones. El origen exclusivo y su peculiar método de elaboración confieren a los vinos de Jerez una serie de características que, en combinación con distintos platos, proporcionan maridajes extraordinarios. No se trata simplemente de simple complementariedad más o menos agradable entre el vino y el plato, sino de una auténtica simbiosis. El Jerez en ocasiones potencia las características más genuinas de la comida y en ocasiones nos proporciona sensaciones aromáticas, gustativas y de texturas totalmente nuevas. Todo un placer

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