Tres siglos de actividad docente con permanente puesta al día

Colegio la salle buen pastor

Las instalaciones de la calle Antona de Dios han visto pasar a generaciones de jóvenes de la ciudad y continúan desarrollando un proyecto de educación integral

Una de las aulas de Infantil en el colegio La Salle Buen Pastor.
Pilar Nieto / Jerez

09 de noviembre 2010 - 01:00

El colegio La Salle Buen Pastor es el tercer centro que los hermanos lasalianos fundan en Jerez. Concretamente en 1954, comienza el funcionamiento de este colegio, en unos locales de la Escuela de San José. En marzo del siguiente año el alcalde de Jerez Antonio Mateos Mancilla, antiguo alumno lasaliano, cede a los Hermanos los locales del antiguo Instituto Nacional, en la Alameda Cristina, y en 1956 comienzan a impartirse las clases en este centro. Unos años más tarde, los centros de Jerez se reagrupan parcialmente, de manera que la actividad del colegio Buen Pastor se traslada al Mundo Nuevo en 1967, pero cuatro años más tarde se abandona la Alameda Cristina y se conforma un nuevo centro educativo en Antona de Dios, La Salle-Buen Pastor, que comienza su historia en 1971. La comunidad de Hermanos era la ya existente en el centro de Cristina. Como puede comprobarse, se trata de un trozo de la historia de Jerez, ya que por sus aulas han pasado generaciones de jerezanos.

Su actual director, Mario Vinumbrales García, es el primer curso que se ha hecho cargo de este puesto, algo que asume con enorme ilusión. En su opinión, los principales valores y cualidades de las que puede 'presumir' el centro son "disponer de un carácter propio y un proyecto educativo inspirado en los valores evangélicos y participar de una rica y fructífera historia de tres siglos de actividad pedagógica y evangelizadora". El colegio cuenta no sólo con una plantilla de educadores "con una alta vocación", sino también con un alto número de colaboradores "que prestan su tiempo para muchas de las actividades extraescolares del centro".

Porque además, no sólo se limitan a impartir un currículum académico, sino que desde la asignatura de Proyecto Integrado y el departamento de Justicia y Solidaridad, trabajan el voluntariado. "Nuestro objetivo -explica el director- es que estos jóvenes, una vez finalizados los estudios en el colegio, sean personas sensibilizadas con los problemas sociales".

Tanto éxito tiene este enfoque pedagógico entre los jerezanos que Mario Vinumbrales dice compartir "la decepción de muchas familias cuyos hijos no pueden quedarse con nosotros". También reconoce que "como cualquier centro concertado, tanto los directivos como el personal docente y no docente nos vemos obligados a suplir el déficit de personal con una mayor dedicación en tiempo y esfuerzos. La partida económica que recibimos de la Administración para el funcionamiento y mantenimiento es claramente deficitaria desde hace muchos años lo que nos obliga a recurrir a la colaboración voluntaria de las familias. Los espacios, aunque son amplios y numerosos, se nos quedan cortos y nos vemos obligados a reformar y aprovecharlos al máximo". Concretamente, el colegio ocupa un solar de más de 7.000 metros cuadrados con una superficie construida casi idéntica y 4.000 metros cuadrados de patios y jardín. Sus instalaciones incluyen, además de sus amplias y luminosas aulas, laboratorios, sala de música, salas de reuniones, salón de actos-teatro, capilla, pabellón polideportivo, recepción y administración, patios, zonas cubiertas y jardín.

El alumnado procede fundamentalmente de la zona, "con un alto interés de las familias en que estén en este centro y muchos son hijos de antiguos alumnos de los tres centros lasalianos de Jerez".

El personal docente lo integran profesores de todas las edades, "un buen grupo de profesores con una gran experiencia y años de profesión, junto con otro considerable grupo de profesores jóvenes que viven la ilusión, la iniciativa y el coraje de la juventud".

En cuanto a los padres, dice de ellos que son personas "muy preocupadas e implicadas la educación integral de sus hijos, participan en las actividades organizadas por el colegio, asisten a tutorías siempre que son requeridos por los profesores, colaboran con su esfuerzo cada vez que se les llama y su respuesta a llamadas solidarias de diferente índole es siempre importante".

En definitiva, dice que "si algo hubiera de destacar en este colegio serían dos cosas: la gran capacidad de trabajo y el grado de identificación con la misión y visión del centro de su personal docente y no docente y la misión evangelizadora y humanizadora como fin primero de su razón de ser. Por otra parte, es un colegio de gran tradición familiar abuelos, padres, hijos y nietos pasan por nuestras aulas".

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