Los vecinos de la calle Nueva apenas han podido pegar ojo tras el tiroteo con un herido registrado en la noche de este miércoles en esta conflictiva calle del barrio de Santiago, junto a los bloques que los vecinos denominan 'los puentes'.

Quien no escuchó los disparos se enteró a los pocos minutos por el jaleo de vecinos que salieron a la calle alarmados y sirenas de los vehículos policiales y sanitarios que se trasladaron al lugar de los hechos.

La Policía investiga un presunto delito de homicidio en grado de tentativa tras la reyerta en la que se vieron implicados dos sujetos y la víctima, que recibió varios disparos en el cuerpo y que permanece ingresado en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz con pronóstico reservado.

El vecindario da por hecho que la reyerta se debe a un "ajuste de cuentas", uno de tantos a los que ya están acostumbrados por la frecuencia con la que yonquis acuden en busca de drogas a la zona, en la que el refuerzo de la vigilancia policial en los últimos años, con la incorporación de cámaras de seguridad, no ha logrado erradicar el tráfico de estupefacientes.

"Nos hemos hecho a vivir con miedo, lo tenemos metido en el cuerpo, no queda otra. Es una pena, porque esta calle era antes una fiesta, hasta que empezaron con lo de las drogas", relata una vecina en alusión a la llegada hace una década de familias de etnia gitana de otros puntos de Andalucía, con numerosos antecedentes policiales e incluso delitos de sangre en el caso de algunos de sus miembros, que transformó por completo la vida de la calle Nueva, cuna de muchos de los principales artistas flamencos salidos del barrio de Santiago. 

"Aquí nunca pasaba nada, las familias salían para trabajar en el campo todo el día y por la noche lo que había era una juerga detrás de otra, pero desde que vinieron los gitanitos esos hace ocho o nueve años, la calle se echó a perder", prosigue la vecina, quien puntualiza, no obstante, que este último suceso "no tiene que ver con ellos".

Agujeros de balas en el portal de la calle Nueva junto al que se registró el tiroteo.

La misma vecina fue alertada del suceso por un familiar que se encontraba cerca del lugar de los hechos la noche del miércoles. Según su relato, la víctima es un ciudadano de origen extranjero, que reside en la calle y que se ha salvado porque, antes de impactarle en el cuerpo, "las balas atravesaron la puerta del portal", que "acertó a cerrar" justo cuando los otros implicados en la reyerta, "que son dos vecinos de Rota", se disponían a disparar el arma de fuego.

"Se ha salvado de milagro, pero se veía venir, porque no es la primera vez que se mete en problemas", señala la vecina sobre la víctima.

La versión ofrecida por el propietario de una vivienda del portal anexo al número 32 de la calle Nueva coincide plenamente con la facilitada por esta vecina. Este ciudadano se encontraba en su casa cuando escuchó los disparos y, aunque se asomó por la ventana, no logró ver a los autores de los disparos.

En seguida llegó la Policía, y decidió salir a la calle, pero ya habían acordonado la zona en la que el herido fue atendido por el servicio de emergencias sanitarias antes de su traslado al hospital y "no dejaban pasar a nadie".

Un tercer vecino, también del portal anexo, se suma a la conversación para corroborar la procedencia de la víctima, que dice conocer de vista, como de los presuntos autores, en este caso por las informaciones que corren de boca en boca por el vecindario y en torno a la que han construido su versión de los hechos.

Agentes de la Policía Científica seguían este jueves por la mañana recabando pruebas en la zona, que los efectivos policiales han mantenido acordonada hasta las diez de la mañana, momento en el que retiraron las cintas y los vehículos que impedían el paso en el tramo de la calle Nueva comprendido entre Cantarería y Santa María de la Merced.