Las tortugas de Atocha

TODOS los que en algún momento pasan por la estación de Atocha las han podido ver. Se encuentran en el estanque central, apiñadas, bien en el agua o, cuando no tienen más remedio que descansar, unas encima de otras en los escasos trozos de ‘tierra firme’ que hay en el lago. Se trata de una visión desasosegante, como metáfora de un mundo donde no se están distribuyendo los recursos , pero ahí las tienen: buscando un tímido rayo de sol aunque tengan dos o tres tortugas más sobre ellas, sin aparentes peleas, tratando cada una de buscarse su sitio en aparente armonía y simbiosis con las demás. Para más ‘inri’, parece ser que algunos propietarios de tortugas cansados de sus mascotas han encontrado aquí el lugar idóneo para abandonarlas, un lugar donde no reciben asistencia ninguna, por lo que, y debido a la masificación, muchas de ellas presentan enfermedades. Una imagen de lo que pudo ser una bonita idea en un principio pero que no se ha desarrollado bien por falta de cuidado.