Temporal

Una tromba nocturna vuelve a colapsar a Jerez durante horas

  • La Liberación acumula una "cuarta" de agua, que corta accesos, como la autopista · Los bomberos rescatan a personas atrapadas en coches

La tromba de agua caída a partir de las ocho de la tarde provocó más de quince incidencias en una hora en el casco urbano y la zona rural, informó el 112. El agua dejó impracticable la antigua N-IV a la altura del tanatorio, donde coches quedaron atrapados, también en la circunvalación antigua, anegaciones en garajes y bajos de la zona sur, especialmente en La Liberación, donde el agua subió "más de una cuarta" tras la intensa tromba, esperándose que el nuevo colector hiciera su trabajo; el corte de la carretera entre Los Albarizones y el Puente del Duque, el aislamiento de La Corta, el corte total de la carretera entre Gibalbín y Torremelgarejo, un corte intermitente en la AP-4 en el kilómetro 78 en sentido Cádiz. No hubo que lamentar daños personales, indicó el portavoz del Plan de Emergencia Municipal (PEM). Los bomberos rescataron a varias personas que quedaron apresadas en sus coches por el agua en distintos puntos. Y en aeropuerto, muchos usuarios quedaron atrapados por momentos al no poder salir ni entrar de las instalaciones durante la tromba de agua. Incluso se registraron fallos eléctricos en los aparcamientos y se averió la cinta transportadora de equipajes.

La calle Porvera se convirtió en río con la tromba. También Honda se anegó, pero el agua alivió rápido. La alcaldesa Pilar Sánchez y los servicios de emergencia acudieron con premura a La Liberación, la barriada más afectada por la tromba, aunque el agua no llegó a entrar en las casas. Los vecinos se echaron a la calle ante la tromba de agua.

En la zona rural "la cosa está fea. No ha mejorado en nada porque, aunque el nivel bajó un poquito el miércoles, hoy ha vuelto a subir. No para de llover". Así se expresaba ayer Antonia Romo, vecina de Las Pachecas, cuya hermana está desalojada de su vivienda desde las pasadas Navidades. "Desde la primera riada hay gente que no ha vuelto a entrar en sus casas. Algunos habían ya limpiado con máquinas, pero ahora se ha vuelto a inundar", dijo a este medio.

Los 'Viveros Olmedo' han sufrido otra vez la riada. Dos de sus invernaderos están sepultados por el agua. Sus trabajadores indican que "lo peor es el lodo. Afecta a las plantas, porque les contagia enfermedades. Y luego ese olor nauseabundo que trae el barro". Los trabajadores dicen que las autoridades no les ayudan: "A nosotros nadie. Todo lo hemos limpiado nosotros ya dos veces".

Pepe Lozano, vecino del cortijo de La Zarandilla, cerca de Las Pachecas, es otro que tiene el agua en la puerta de la casa. "Como las Navidades. La perspectiva es que la inundación se mantenga hasta el martes. Pero lo malo son los daños. No podemos sembrar pero la comunidad de regantes sí nos cobra el canon (de 1.100 euros) y el Ayuntamiento las contribuciones rústicas. Sí, el problema es el dinero y eso es de lo que hay que hablar. Quién nos compensa, quién nos quita los impuestos". Recuerda como otros vecinos han perdido animales y otros negocios han quedado inundados.

Desde el punto de vista oficial, el Ayuntamiento señaló que la cota del río Guadalete a su paso por la zona rural bajó en las últimas 12 horas hasta los 5,81 metros (a las 11.30 horas), por lo que la situación se mantiene bajo control en la zona rural, sin que hayan sido necesarios nuevos desalojos de vecinos por la entrada de agua en sus viviendas, "ni se haya producido ninguna otra incidencia destacable".

Sin embargo, Romo señaló que al gua creció por la tarde. "Habíamos puesto una señal y ya la ha superado. Es que no para de llover", dijo Romo. Lozano indica que "los de Telecinco se han quedado flipaos con tanta agua. Sí esto es un mar. Ellos no sabían que en 1996 pasó lo mismo". Hasta ahora sólo siete familias se encuentran en esa situación desde que el martes se desbordara el río y alcanzara una cota máxima de 6,47 metros.

La Agencia Andaluza del Agua (AAA) sigue con el desembalse de seguridad en el pantano de Arcos, a razón de 150 metros cúbicos por segundo cuando el lunes lo hacía a razón de 60, según datos del Ayuntamiento de Jerez. En Navidades ese pantano aliviaba a razón de 140 metros cúbicos. Las constantes precipitaciones, el desagüe de los pantanos y las escorrentías de los dos arroyos Salados han convertido en un mar los Llanos de La Ina, donde el turismo morboso campa por sus respetos: familias enteras acuden a fotografiarse en esta nueva laguna.

Fernando Vargas regenta una vaqueriza en los Cejos del Inglés, un núcleo próximo a la carretera de La Ina, que ha vuelto a quedar bajo el agua, indica su cuñado Miguel. "Las pasadas Navidades él y su familia no dieron abasto trabajando para trasladar a sus animales a un lugar más seguro. Ahora están igual".

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) mantuvo la 'alerta amarilla' por lluvias y vientos desde el mediodía de ayer y hasta las 6.00 de mañana de hoy. Por el contrario, no ha establecido ninguna alerta para el sábado, aunque seguirá lloviendo. El Ayuntamiento calcula que unos 30 litros cayeron de golpe. El problema fue que las precipitaciones eran espaciadas pero luego, a la tarde, el agua cayó de manera torrencial, acompañada por aparato eléctrico en algunos momentos, tanto en la zona rural como en el casco urbano, donde se cerraron los parques como medida de prevención ante viento.

Al cierre de esta edición Tráfico señalaba que hasta cinco carreteras del término estaban cortadas. Eran las CA-3110, A-2000, A-2004, CA-3113 y la A-2003. La rotonda del tanatorio está cortada por inundación.

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