Que en la Peña de Arcos hay derrumbes cada cierto tiempo no coge a la población local desprevenida. Pero de las dimensiones que el último corrimiento ha dejado es algo inusual, que sorprende por la proximidad a las casas que hay. “No está uno acostumbrado a ver tanto desprendimiento en esta parte de la Peña, la conocida como la Peña Vieja”, afirma Jorge, el propietario de un bar colindante a la zona donde el jueves a mediodía se producía este importante corrimiento. El bar de Jorge, situado en la calle Cardenal Spínola, lleva años cerrado, pero este viernes ha abierto un rato sus puertas para que distintos medios de comunicación y autoridades locales pudieran ver y tomar imágenes desde del tajo de la Peña que ha dejado al descubierto el deslizamiento.

Este hombre, de 47 años, no estaba en la zona en el momento del derrumbe, pero afirma que nunca había visto uno como el de ahora de tanta magnitud. “Por aquí se han caído siempre piedras, pero no esto. Los desprendimientos más grandes se han dado más por la Peña Nueva”, refería. De hecho, hace un año y medio, se deslizó un trozo en la Peña Nueva, la zona que se conoce que da al balcón de la Plaza del Cabildo, el Parador, el Castillo...

El bar de Jorge y dos viviendas, una de ellas sin habitar, están en la zona ‘cero del corrimiento’, en la calle Cardenal Spínola, junto a un mirador, desde donde se disfruta de vistas hacia la Vega y la Sierra. Ninguna vivienda de la zona o aledaños ha sido desalojada, aunque el Ayuntamiento local anuncia que precinta este espacio “para que nadie accede puesto que no tenemos certezas de que vuelva a ver nuevos desprendimientos. Esto puede ocurrir mañana mismo, dentro de 20 años, pero como no tenemos certezas vamos a tomar todas las preocupaciones del mundo para que vecinos y visitantes corran el menor riesgo posible”, dijo el alcalde de la localidad, Miguel Rodríguez (PP). Y es que entre un trozo de la muralla y el mirador han aparecido una grieta vertical y otra horizontal, y sólo tendrán accesos los vecinos de las viviendas. En esta parte hay una veintena de casas.

El mismo alcalde, junto a parte de su equipo, desplazado a las inmediaciones de esta parte de la Peña Vieja en las inmediaciones del Arco de Matrera, que conecta con el Barrio Bajo, dijo, además, que el Ayuntamiento llevará a cabo un estudio geológico para saber cómo se encuentra. “Hemos visto cómo se desprendía un trozo muy grande cercano a la zona donde viven personas, zona residencial. Habrá que hacer un análisis exhaustivo para estar tranquilos tanto por un lado de la Peña como por el otro. No hemos tenido que desalojar ninguna vivienda, pero estamos en alerta por si fuera necesaria”, apuntó el regidor.

El alcalde de Arcos advirtió ante estos hechos que “si hay vecinos que pudieran llevar actividades irregulares de tuberías desaguando en la Peña, les pedimos encarecidamente que dejen de realizar estos menesteres. No quiero sentenciar que esto sea así, pero todo influye y tenemos que proteger el patrimonio natural”.

Ante la posibilidad de que el último temporal de viento y lluvia pudiera haber influido en este corrimiento, el Ayuntamiento dijo que “puede ser que las inclemencias hayan podido llevar a cabo este derrumbe, pero somos prudentes y hasta que no tengamos los datos técnicos no vamos a hacer una valoración más efectiva”, concluyó Miguel Rodríguez.