La Junta de Andalucía planifica la llegada del comedor escolar al colegio Miguel de Cervantes de Olvera para el curso 2025-2026. Con este comedor se pondrá fin a las caminatas del alumnado que demanda este servicio, que hasta ahora deben desplazarse casi 1,5 kilómetros de distancia hasta llegar a otras instalaciones para comer en el colegio San José de Calasanz. Los más pequeños han de ir agarrados a una cuerda para no perderse y atender a las llamadas de las dos monitoras que los acompañan. Las familias de estos escolares hablan del riesgo que entraña este tipo de desplazamientos para los pequeños.

Ante ello, la delegada de Desarrollo Educativo, Formación Profesional y Universidad, de la Junta, Isabel Paredes, se reunió este jueves con la dirección del CEIP Cervantes de Olvera, representantes del AMPA, jefe del Servicio de Inspección Educativa y la secretaria general de Desarrollo Educativo, para informar sobre las previsiones que hay de cara a la instalación de este comedor, del que el Ayuntamiento ya ha ofrecido su cooperación para la adecuación del mismo.

Paredes explicó ante los medios en relación a la solicitud del comedor que “cuando llegó el compromiso del Ayuntamiento ya había pasado el plazo de presentación de la oferta educativa. Se aprobó el 20 de febrero, publicada en Seneca, y ya no había margen”, añadió, recordando que su intención “es respaldar la petición del comedor para el curso 2025-2026”. La delegada apuntó, también, que este comedor estaba pendiente desde 2006, pero ha tenido conocimiento de esta demanda el pasado mes de octubre.

La delegada de Desarrollo Educativo habló de la “necesaria coordinación de la Junta y el Ayuntamiento para dar los pasos correctos, que permitan en el curso 25/26 dotar al centro de comedor escolar”. Así la delegada quiso incidir en las buenas relaciones que están presentes entre ambas administraciones y la necesidad de marcar una hoja de ruta que permita acceder al comedor escolar que el colegio Cervantes necesita para dar una solución definitiva a los niños que en la actualidad deben trasladarse de su centro hasta el CEIP José de Calasanz.

Isabel Paredes dice que entiende la situación que este desplazamiento tiene para los alumnos y ha mostrado su apoyo a los padres en la búsqueda de soluciones que contemple la ley para poder solventar la incomodidad de este traslado de alumnos de un centro a otro.

La delegada territorial recordó que hasta, en cinco ocasiones, ha mantenido reuniones con la comunidad educativa de Olvera para solventar las deficiencias que pudiera haber en los colegios o institutos del pueblo en este curso.

Hay que decir que la AMPA del colegio Miguel de Cervantes de Olvera ha realizado distintas movilizaciones para pedir este servicio de comida y se ha interrogado, en varias ocasiones, sobre el panorama para el próximo curso, con los niños desplazándose de nuevo más de un kilómetro de un centro a otro hasta que esté listo el futuro c omedor que se planifica.