Los amplios senderos de la abstracción

FEDERICO JAIME

Fundación Aparejadores

Sevilla

Exposición de Federico Jaime en la Fundación Aparejadores.
Exposición de Federico Jaime en la Fundación Aparejadores.
Bernardo Palomo

10 de noviembre 2023 - 03:58

Existen artistas que sólo hablando con ellos sabes de sobra que lo son en todos los sentidos, que su obra va a ser de las que no ofrecen duda, que su patrimonio creativo está inundado de verdad. Los muchos años en el oficio, contemplando obras y, sobre todo, viendo a sus autores, sabes positivamente por dónde va a ir la realidad de cada uno; no sabrás, probablemente, si su patrimonio pertenece a una o a otra tendencia, si su obra abraza la religión figurativa o si está más cerca de ese reduccionismo que absorbe lo concreto y nos adentra por los postulados de lo abstracto; pero sí conocerás que tras ellos hay -cuando lo hay-un artista de verdad.

La mirada no suele engañar, la expresión tampoco; la palabra, muchas veces. Es verdad que en el mundo del arte existen muchas esquivas circunstancias y muchos embaucadores; muchos santones y pirotécnicos quemadores de pólvora; pero esos, podrán manipular y encauzar la creación por los caminos polvorientos de sus esquivos intereses; pero, el artista, el auténtico, el que está dotado de especial aliento, no te engaña. Su verdad creativa, su realidad sustentada por el trabajo consciente y sin reveses ofrece una claridad aplastante y, hasta su mirada, convence absolutamente.

No conocía ninguna obra de Federico Jaime; no formaba parte de los circuitos escandalosos que tanto abundan en lo artístico, ni estaba en esos círculos donde se maneja - a veces sin saber muy bien por qué - los parámetros del arte contemporáneo. Por terceros supe que era Licenciado en Historia del Arte y, después, en Bellas Artes. Buena cosa esa de estar imbuido de lo técnico y tener la base teórica sustentadora de casi todo. Fue artista de ARTEADIARIO, la sala que DIARIO DE JEREZ tiene abierta en los espacios anexos a la redacción del periódico y que lleva más de quince años canalizando la obra de los más jóvenes y de aquellos otros que, todavía, no están en los circuitos habituales del arte. En la sala jerezana expuso y lo hizo con una obra convincente y convencida.

Obra de Federico Jaime.
Obra de Federico Jaime.

Una vez más la primera visión no engañaba y nos encontramos con un artista importante, consciente, lúcido, sereno y sabiendo lo que hacía. Su exposición gustó, sobre todo, a los profesionales que es tanto como decir que fue aceptada sin dudar; cosa algo difícil pues los artistas, salvo honrosas excepciones, no son dados a ver excesivos buenos planteamientos en la realidad de los demás.

Y, ahora, una muy buena exposición en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos Técnicos, el edificio de la Palmera donde se encuentra la Fundación Aparejadores. Buena exposición porque con ella nos situamos en los formularios abiertos de un artista que plantea la abstracción de una manera particular y no suscribiéndola sólo a ese concepto de ausencia total de la figuración que caracteriza lo abstracto esencial y sintético. Además es una muestra que está rigurosamente dispuesta auspiciada por la imponente labor curatorial de un pintor total como es Simón Arrebola; otro artista de los que no ofrece duda alguna.

Obra de Federico Jaime.
Obra de Federico Jaime.

La obra de Federico Jaime parte de un conocimiento claro de la materia; por eso lo vemos utilizando distintos materiales y soportes que juegan con esa plasticidad contundente que caracteriza su obra. Se trata de un abstracto matizado, con visos claros de plantear una figuración velada que el artista no quiere, en ningún momento, hacer desaparecer por completo. Mediatiza la materia, la hace alternativa, le da las vueltas necesarias para que ofrezca su ilimitado patrimonio pero, a la vez, para que abra nuevas perspectivas.

Por eso, la obra de Federico Jaime rezuma evocación, juega con muchas referencias que el artista extrae de los más dispares escenarios. Al mismo tiempo crea un jugoso sistema de minuciosa ilustración; pinta campos coloristas que matiza con leves actuaciones figurativas; crea bellos perfiles que anuncian lo más puramente sintético; un especial reduccionismo no exento de belleza. Porque en la exposición de Fede Jaime se realiza un compacto intervencionismo de la propia materia plástica, del poder mágico del color, de la fuerza simbólica del signo. Por eso su abstracción no se queda reducida a un único postulado de la misma sino que abarca muchas posiciones.

Obra de Federico Jaime.
Obra de Federico Jaime.

Es reduccionista cuando necesita evadirse del más mínimo planteamiento figurativo; tiene toda la magia que ofrece el color limpio, la interactuación cromática, el propio sentido de la forma; sin embargo, en ocasiones, constela el soporte de tenues posiciones pseudorealistas; orla la escena de misteriosos puntos enigmáticos o engrandece el espacio con la fuerza todopoderosa, por ejemplo, de un amarillo impactante. Ese es Federico Jaime; un pintor que no esconde absolutamente nada; que da forma ingente a la materia, que descubre, entre lo informal, la belleza de lo que se adivina.

Federico Jaime es un artista diferente; más bien un llanero solitario. Trabaja para él, para el arte por el arte. No se deja avasallar por las alharacas de una creación con demasiados registros a contracorriente, ni por los interesados voceros de la nada. Hace una pintura actuante, bien dispuesta en fondo y forma y que llega con los gestos claros de lo que no ofrece duda alguna.

La exposición de Aparejadores descubre a un pintor pintor; a un artista sin imposiciones, que convence de principio a fin. Por eso, decía, que la verdad de los verdaderos no engaña.

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