El jefe de seguridad del Banco de España y guardaespaldas del gobernador en la exitosa serie de 'La casa de papel' tiene sangre jerezana. José Manuel Poga interpreta a César Gandía, el gran villano en la temporada (Parte) 4, que toma especial protagonismo como la principal amenaza del equipo de 'El profesor'. 

Ya asomó la 'cabeza' en la anterior temporada, pero es ahora cuando Poga rompe en la serie. "Para mí ha supuesto un disfrute enorme. Soy un apasionado de mi trabajo y el hecho de ir al set a grabar las secuencias de 'La casa de papel' con un personaje como Gandía me encantaba. Lo he dicho en otras ocasiones, prefiero interpretar a un caballero oscuro antes que a un príncipe azul. Es bastante jugoso el personaje y me gusta conectarme con Gandía", reconoce el actor jerezano. 

Poga recuerda algunas anécdotas de la grabación, como su sensación de que el pinganillo de su personaje como seguridad se le caía constantemente de la oreja, los golpes que se dio durante algunas escenas y que sus manos se quedaran 'dormidas' a causa de estar esposado. "Recuerdo en la tercera temporada cuando estaba esposado que realmente era muy incómodo, porque a los pocos minutos es verdad que se te duermen los pulgares. Teníamos que estimularnos las manos, y aunque había cortes para la grabación y las esposas se podían poner y quitar, yo no me las quitaba. Cuando no me daba cuenta tenía toda la mano dormida", relata el actor. 

La grabación terminó en agosto del año pasado y gracias a la promoción de 'La casa de papel' "he tenido la oportunidad de ver a los compañeros vía internet y se me ha removido algo. Se lo decía, los echo de menos. Yo trabajando, interpretando, soy muy muy feliz, y le cojo mucho cariño a los compis de curro. Y cuando los vi en sus casitas los eché de menos. Me lo he pasado muy bien grabando con esta peña, son muy guay". 

"Todos los oficios tienen su labor en situaciones como la que vivimos -confinamiento por el coronavirus-. Los titiriteros hemos hecho nuestra labor, que es entretener a  los seguidores de la serie para que puedan desconectar un poco de esta realidad tan extraña. Los hemos regresado a las vidas que tenían antes, les hemos puesto por delante algo que les apasiona. A mí y a mi familia nos ha hecho desconectar bastante", subraya el jerezano.  

En estos momentos de crisis por el coronavirus, el actor subraya que "nuestra profesión, el teatro, es muy vulnerable. Yo me considero más actor de teatro que de audiovisual, aunque esté trabajando ahora más delante de las cámaras. La mayoría de mis amigos viven del teatro y es muy duro. Si estos espectáculos ya de por sí están muy mal cuidados, imagínate. Desde aquí mando todo el ánimo a mis compañeros, siempre hemos estado aferrados a las rocas como una lapa, pues ahora más que nunca".