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Lectores sin remedio por Ramón Clavijo y José López Romero

Legado Fernández Lira (I)

  • Un acercamiento a los fondos bibliográficos, para describir en la segunda entrega los materiales no librarios

 HACE unos meses escribíamos en esta página dedicada a los libros  sobre José Ramón Fernández Lira. Hablamos de su trayectoria profesional y de algunos de sus trabajos. Ahora nos proponemos  ir dando a conocer la colección que hemos llamado ‘Legado Fernández Lira’, que ha pasado a ser propiedad del Ayuntamiento de Jerez. El material recepcionado era ingente: libros, revistas, folletos, fotografías, carteles, bocetos, dibujos, diapositivas… En esta primera entrega intentaremos un acercamiento a los fondos bibliográficos, para describir en la segunda los materiales no librarios. Aún es escaso el conocimiento que poseemos sobre la colección, que a partir de ahora comenzará a registrarse y catalogarse, momento en el que podremos dar cumplida cuenta de todo su contenido, tanto en número como en calidad de los materiales. José Ramón había llegado a reunir una cantidad de volúmenes que sobrepasaba los diez mil ejemplares, y un par de miles de ejemplares de publicaciones seriadas. Además, contaba con gran cantidad de archivadores donde había ido reuniendo dosieres sobre temas variados de arte, historia y otras disciplinas humanísticas. Como comentábamos en la charla que dimos el pasado día 14 en la Biblioteca Central (en la fotografía), el Legado no contiene material bibliográfico antiguo, publicaciones impresas antes de 1801 según las Reglas de Catalogación españolas. Sin embargo, sí existen varias obras del XIX, algunas difíciles de encontrar en otras bibliotecas. Entre ellas, un Curso completo de diseño y pintura, de Soler y Oliveres, publicado en Barcelona en 1837; solo hay otro ejemplar como éste, en la Biblioteca de Ripoll. Del Manual de mitología de Patricio de la Escosura (Madrid, 1845) sí existen más ejemplares en Aragón, Asturias, Palma o en la sección Soto Molina de la Biblioteca Central de Jerez. Una obra de viajes, La vuelta al mundo, en seis volúmenes, que se publicó en Madrid en 1864, solo la encontramos en Oviedo, Burgos y Olot. Reseñar también varios tomos sueltos de La Ilustración artística, publicación seriada que informó semanalmente a los españoles sobre literatura, artes y ciencias, entre 1882 y 1916, contando este Legado con los números que van desde 1886 a 1900. Una obra local del siglo XX, Pintores jerezanos, de Mariano Pescador, se publicó con una tirada de solo cien ejemplares; además de este volumen, otro en la Biblioteca Central y otro en la del Coloma, solo tenemos una más controlado, en la Biblioteca de Castilla La Mancha. La colección cuenta también con varios títulos de revistas, como Arte hispalense, vinculada a la Diputación de Sevilla desde 1943, Goya, creada por Camón Aznar en 1954, o Trivium, del profesorado de enseñanzas medias. Todo ello conforma un legado, en este caso bibliográfico, que enriquece el patrimonio cultural de la ciudad de Jerez.

Natalio Benítez Ragel

Lectura recomendada:

Hanshichi. Un detective en el Japón de los samuráis                                              

Okamoto Kido. Quaterni, 2013.

Me recomendó un buen amigo la lectura de estas aventuras del exótico detective japonés Hanshichi, y que por vez primera se traducen al castellano. Confieso que no había tenido noticias de la existencia de este personaje literario pese a, como descubrí más tarde, su  gran popularidad en Japón. Okamoto Kido cuyo padre trabajaba a comienzos del siglo XX en la legación británica en Tokio, obligó a su hijo a estudiar inglés y de ahí el descubrimiento por parte de este último de la literatura inglesa y de Conan Doyle. Se compara a este detective japonés con  Sherlock Holmes, y algo hay,  aunque con un mayor sentido del humor en las historias del japonés. La descripción de la ciudad de Edo antes de denominarse Tokio, a mediados del XIX, sus ambientes cargados de superstición y fantasía son el escenario donde Hanshichi descubrirá intrincados misterios. Diversión y buena literatura. R.C.P.

Después del terremoto

Haruki Murakami. Tusquets, 2013.

No vamos a descubrir nada nuevo sobre este autor, que atesora premios y reconocimientos y que pese a su edad es un ya candidato permanente al Nobel de literatura. Sin embargo, sigo prefiriendo, desde mi modesta opinión de lector sin remedio, al autor de cuentos que al Murakami novelista, al autor de Sauce ciego mujer dormida al de 1Q84. Con este nuevo libro de relatos con el denominador común del terremoto que asoló la ciudad japonesa de Kobe en 1995, vuelvo a reafirmarme en la anterior opinión. Murakami nos presenta seis historias deslumbrantes y que se sitúan en el momento posterior al mencionado terremoto. Seis historias protagonizadas por gente común, un oficinista, una adolescente, un escritor… Historias duras, que nos inundan de sensaciones y nos hacen reflexionar. Excepcional libro donde volvemos a descubrir al más auténtico Murakami. R.C.P.

Poesía

José Agustín Goytisolo. Cátedra, 1999.

Seguramente muchos conozcan a J.A. Goytisolo por el poema Palabras para Julia, en la versión musicalizada que popularizara Paco Ibáñez. Pero J.A. Goytisolo es mucho más que este magnífico poema dedicado a su hija. Una prolífica labor lírica que tiene en este volumen, al cuidado de Carme Riera y con selección del propio autor, una excelente muestra de quien es sin duda uno de los grandes poetas de la Generación del medio siglo o de los 50, entre los que se inscribe José M. Caballero Bonald, por citar uno de sus más destacados miembros. Veintiún libros publicados en los que se advierten todos los registros y temas poéticos que caracterizan a esta generación: el compromiso con una realidad que no había aún salido de la posguerra, la crítica a la sociedad burguesa, pero también el intimismo, los tonos melancólicos, el paso del tiempo o la amistad. J.L.R.

El Jarama

Rafael Sánchez Ferlosio. Destino, 1975.

De vez en cuando utilizar esta sección a modo de recordatorio de la mejor literatura, aunque por esta hayan pasado los años, nos viene bien sobre todo para recuperar clásicos inmerecidamente olvidados. Tal es el caso de El Jarama, una de nuestras grandes novelas del siglo XX, de obligada lectura no solo por su calidad, sino por lo que supuso para la historia de la narrativa española de la segunda mitad del pasado siglo. Dentro del llamado “realismo social”, El Jarama nos presenta, a través de la técnica objetivista, una trama que se reduce a las dieciséis horas que pasa de excursión un grupo de jóvenes en las inmediaciones del río Jarama, que termina en tragedia. Una obra que, por la maestría en la narración y en los diálogos, sigue estando en lo más alto de la historia de la novela contemporánea. Fue galardonada con el premio Nadal de 1955. J.L.R.


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