Entre los diversos subgéneros de que consta el cine comercial americano actual, hay uno que goza de cierto predicamento y da un coletazo de vez en cuando. Está adscrito al thriller, uno de los más transitados por los estudios de Hollywood en este principio de milenio, junto con las comedias románticas y el terror adolescente. Se ve que en estos tiempos de crisis los que ponen el dinero no quieren hacer mudanza y se apuesta por lo que funciona. El tipo de películas del que hablamos mezclan misterio y erotismo, y parecen una versión perversa de los culebrones de lujo. Sus protagonistas suelen ser gentes sofisticadas, que viven y trabajan en ambientes pijos, hasta que alguien o algo se cruza en su camino y se le complica la vida, jugando con su personalidad.

El malsano atractivo de esto para el gran público es el perverso juego que se hace con los ricos y poderosos, que de repente se ven como humanos mortales atrapados en sus contradicciones. Su condición burguesa se pone a prueba al confrontarse con lo que bulle debajo de todas las personas. Claro que esta orientación puede ser tanto corrosiva como conservadora. O bien se muestra la debilidad de nuestra condición humana y como todas las aparentes seguridades de las que intentamos rodearnos son frágiles, o bien la historia adquiere un matiz conservador. Como en la mayoría de las telenovelas, se castiga a los infractores de las normas sociales y se lanza un aviso a los navegantes. No salgáis de casa que es peor.

Veremos a cual de las dos opciones se apunta La lista, neutro traducción española del más contundente Deception, que es el original. El film supone el debut en el largometraje de Marcel Langenegger, hasta ahora director de videoclips y anuncios comerciales. La historia tiene un punto hitchcockiano, el cineasta que tanto ha influido y al que pocos han sabido imitar. El guión consiguió interesar a Hugh Jackman, que vive un momento dulce en su profesión. Tras ser elegido como el hombre más sexy del planeta y su éxito en la gala de los Oscar donde demostró al mundo sus dotes canoras y danzarinas, el australiano quería producirse sus propios filmes con su firma Seed. En breve veremos en nuestras pantallas la "precuela" de los X-Men donde se cuenta la historia de Lobezno, pero por ahora cambia de registro dando vida a un inquietante personaje. También consiguió atraer a un solido reparto en torno suya, formado por Ewan McGregor, Michelle Williams, viuda de Heath Ledger, y Natasha Henstridge, con la veterana Charlotte Rampling haciendo un pequeño papel.

La historia nos lleva al mundo de los ejecutivos de Wall Street, ahora tan amenazado por la crisis que en cierta medida ellos ha contribuido a crear. Conoceremos a un analista económico que responde a lo que se espera de su profesión en el ambiente en que se ha creado. Vive para trabajar pero no se divierte nada. Hasta que conoce a un abogado de empresa que le introduce en un fascinante mundo desconocido. Entre ellos, un sitio para ejecutivos de élite donde se puede conseguir sexo de forma discreta. Sin embargo este paraíso tiene su trampa, como descubre cuando conoce de esa manera a una distinguida extranjera. Cuando esta mujer desaparece, el apocado contable puede ser sospechoso de su muerte y del robo de veinte millones de dólares.