De los chismes de un pueblo a la "melodía para enamorados"
Eduardo Mendicutti presenta en la Fundación Bonald su último y polémico libro nacido felizmente de las habladurías
Eduardo Mendicutti es capaz de cabrear, de molestar mucho, pero también de hacer llorar, de emocionar, de hacer reír. Total, que no deja indiferente, "y ese es el objetivo de una novela, de la literatura, algo que se agradece en sus libros", apuntó ayer el profesor de la UCA Alfonso Ceballos, encargado de presentar en la Fundación Caballero Bonald la reciente novela del escritor sanluqueño, Otra vida para vivirla contigo (Tusquets). Porque de todos es sabido que en los pueblos "se sabe mucho de la maledicencia, de ese ambientillo del cotilleo, del traer y llevar", del que surge esta obra. El origen está en la llamada de teléfono que el delegado de Igualdad del Ayuntamiento de Sanlúcar, Vicente Ramírez, hace a Eduardo Mendicutti para que colabore con el Consistorio en esta materia. A partir de ahí surge una relación mal aliñada con chismes y descalificaciones por parte de grupos de ciudadanos.
Y de tanta maldad nació esta "música para enamorados", tal como define Ceballos una novela plagada de frases y "versos de boleros y rancheras. Un historia de amor entre dos hombres, que hoy en día no es ninguna novedad, pero con la novedad de que el amor sigue haciendo de las suyas. Y ahí radica todo. Una obra de la que sólo puedes preguntarte cuando la acabas ¿para cuándo la próxima?".
Mendicutti resume fácilmente el mecanismo de construcción de la novela: "Si todo esto que están diciendo de nosotros fuera verdad, ¿cómo sería esa historia? Hay un componente real, pero la mayor parte es una construcción con todo lo inventado por la maledicencia",
En la presentación, que se hizo dentro del programa 'Letras Capitales', organizada junto al Centro Andaluz de las Letras, Vicente Ramírez, emocionado porque el libro está dedicado a él, subrayó que Mendicutti "hace del andaluz literatura". Una novela particular "por la forma en que está escrita, por quien la escribe y por la manera en que surgió. Una historia agridulce, dulce en lo global y agria por los elementos que la acompañan. Esos comentarios de un pueblo que son capaces de inventar una vida". "Nunca nos ha importado-apuntó Ramírez- en el fondo lo que pudieran decir de nosotros y nos sentimos orgullos de lo libre que somos. Aunque no nos pareció agradable la historia de acoso que se formó en torno a nuestra amistad, al final lo que hay es una relación llena de ternura, afecto y diversión".
Chismes que no atacan a personas con 'recursos', tal como se reconocen Ramírez y Mendicutti, "y se dijeron auténticas groserías de nuestras vidas, algunas hostiles y agresivas, por las que me enfadé mucho, y aunque Vicente, como político, intentaba calmarme dándole normalidad a las frases, para mí era difícil. Tanta maldad es capaz de amargar a otra persona", cuenta el escritor sanluqueño. Sin embargo, tanta desazón dio paso a la risa, al sentido del humor y a una novela en la que los protagonistas se ríen de su sombra, y por reírse, son los que tienen la última palabra en esta historia que, por qué no, es un "ajuste de cuentas", como reconoce Mendicutti, y es que hay algunos personajes que salen "muy mal parados", vuelve a reír. Por eso de que el que ríe el último, ríe mejor.
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