Los amplios y significativos postulados artísticos del CAC Málaga

Diario de las artes

Los amplios y significativos postulados artísticos del CAC Málaga
Bernardo Palomo

16 de enero 2016 - 05:00

EL Centro de Arte Contemporáneo de Málaga acapara la atención cada vez que el crítico de arte asume su tarea profesional de desplazarse a la capital de la Costa del Sol para cubrir lo mucho que allí, sin solución de continuidad, se presenta, siendo uno de los programas expositivos más completos de cuantos tienen lugar en el panorama artístico nacional. Es difícil, además, querer centrarse en una sola muestra, cuando, permanentemente, en el antiguo Mercado de Mayoristas, se ofrecen varias exposiciones de primerísima categoría. Como constatación de esta manifestación basta contemplar el programa que encontramos en la actualidad en el Centro que dirige Fernando Francés. La colección permanente con obras de importantes artistas internacionales, con creadores españoles de primerísima categoría y con artistas andaluces de significación absoluta, se presenta en estos momentos compartiendo espacio con otras muestras de absoluta importancia para el conocimiento del Arte más inmediato que se hace en todo el mundo: las doce grandes esculturas sobre los signos del zodiaco chino del mediático artistas Ai Weiwei, la excelsa figuración de Michael Borremans, el esencial arte de José María Yturralde, los artistas vinculados a Málaga y a su Centro de Arte agrupados bajo el título de Neighbours III y la particularísima escultura de la joven granadina Marina Vargas. Exposiciones que yuxtaponen el arte nacional con lo mejor de lo que se hace fuera, lo consagrado con lo nuevo y, sobre todo, los artistas malagueños y andaluces de más claros horizontes.

MICHAEL BORREMANS. La gran pintura figurativa de siempre.

Michael Borremans es un pintor belga que, todavía, mantiene el placer por la gran pintura de siempre. Su obra mantiene el clasicismo de lo realizado a conciencia, del amor por la pintura, el recuerdo de aquellos pintores flamencos que tan cerca ha tenido desde su domicilio de Gante, ciudad donde habitualmente reside, así como los pintores del Barroco, con Velázquez a la cabeza, al que considera, como no podía ser menos, el gran pintor de todos los tiempos. Una verdadera pintura que retrotrae a los momentos de la gran representación, esa que se realiza conscientemente, buscando la esencia misma del arte y manifestando la sensatez de una pintura que, con él, sigue siendo grande.

AI WEIWEI. El arte chino reivindicativo

En la Segunda Guerra del Opio, 1860, las tropas francesas y británicas, arrasaron el palacio de verano Yuanmingn Yuan en la zona norte de Pekín, saqueando todo lo que encontraban a su paso, sobre todo, piezas de cerámica. Existía en dicho palacio un bellísimo jardín con una exquisita decoración, entre ésta destacaba una espléndida fuente-reloj donde figuraban las doce figuras del zodiaco chino. Las mismas fueran robadas en el vandálico pillaje; al cabo del tiempo sólo se rescataron siete. Esta infame acción de los ejércitos franceses e ingleses fue tomado en todo el país como una auténtica humillación.

Ai Weiwei se vale de la historia pasada, del saqueo impenitente de las obras de arte que ocurren en todas las partes del mundo, sobre todo, en tiempos de conflictos bélicos y, casi siempre, por parte de los ejércitos de países ricos, de la lógica y necesaria sustitución del patrimonio robado por otras piezas nuevas y con todo ello realiza un conjunto de esculturas de gran tamaño - más de tres metros de altura en bronce- con las imágenes de los animales que conforman el zodiaco chino. A la calidad y a la espectacularidad de las piezas hay que sumar el trasfondo conceptual que las anima, pues el artista chino no es alguien que se conforme sólo con un mero desarrollo formal afortunado, sino que en toda su producción busca la concienciación social, que las obras provoquen estados de emoción, que remuevan espíritus y llevan a la duda y a la actuación y, sobre todo, que no se queden en una mera contemplación silenciosa.

NEIGHBOURS III. Los artistas de proximidad.

El gran planteamiento expositivo del CAC Málaga, con artistas de primerísima categoría, tanto internacionales como nacionales, tiene un interesantísimo contrapunto con la inclusión en las programaciones de artistas que tienen, de alguna manera, gran vinculación con el Centro malagueño, bien porque ya han expuesto en él, porque su obra esté presente en la colección permanente del mismo o porque van a mostrar, próximamente, su obra. Son los que Fernando Francés llama artistas de proximidad a la institución que él preside. En esta muestra nos encontramos con obras que responden a todos los registros creativos que actualmente tienen lugar en la plástica contemporánea, pudiéndose contemplar obras de todos los esquemas estéticos y plásticos, así como desarrollos artísticos de amplísima estructura conceptual. Pintura, dibujos, escultura, videocreaciones, fotografía y todo cuanto es susceptible de mantener una correcta intención artística se nos presenta con estos artistas españoles que son, en su inmensa mayoría, el germen claro de la creación más inmediata. Sus nombres conforman una de las páginas más selectas de nuestro arte.

MARINA VARGAS. Arte en expansión

El nombre de la artista granadina Marina Vargas está ligado a lo mejor que actualmente existe en el arte joven español. Su clarividencia artística la ha llevado a los más altos estamentos de la plástica; por eso, la encontramos en el Centro malagueño con una individual que es toda una declaración de intenciones. A una docena de copias de esculturas tradicionales, la artista le añade una capa de poliuretano expandido que las cubre parcialmente; con ello pretende hacer una revisión y un cuestionamiento de la visión tradicional del arte y de sus modelos clásicos. Las esculturas de siempre -la artista se vale de esos moldes de escayola que se utilizan para prácticas dibujísticas- son planteadas como meros soportes para sobre ellas diluir el inicial sentido artístico que pudieran tener y modificando absolutamente, además de afrontar un nuevo concepto por el cual, esa especie de material viscoso que se expande como vísceras que salieran de las propias esculturas, parece querer dotar de una nueva identidad al sentido de la percepción, estableciendo una dualidad entre lo moderno y lo tradicional, entre la belleza clásica cargada de ficción y el elemento natural con su propio estamento identificativo que rompe la linealidad establecida como norma canónica de suprema belleza.

JOSÉ MARÍA YTURRALDE. La reflexión que parte de la esencia misma.

Este conquense afincado en Valencia es de los artistas imprescindibles para conocer los discursos que encierra la pintura moderna. Sus obras encierran la esencia misma de la más pura abstracción, entendida en su pintura como una reducción absoluta de todos los valores representativos a unos meros argumentos cromáticos, a unas interacciones coloristas con un dominio de los contrastes y de las gamas puras. La pintura de este artista nos vuelve a poner en sintonía de aquellos campos de color que el expresionismo abstracto americano -Mark Rothko, Robert Mothewell y Clyfford Still, sobre todo - pusiera en la pista para absolutos estados de emoción plástica. El esencialismo de Yturralde transporta a unos expectantes horizontes donde todo queda supeditado al poder sugeridor y al testimonio evocador de una pintura pura con referencia intimista, que transporta al espectador a una intensa reflexión sobre realidades superiores que se alejan de lo simplemente visual. Es una pintura espiritual que levanta la más aplastante inquietud.

El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga nos lleva por los más abiertos horizontes de un arte absoluto, donde se nos hacen inmediatos los mejores planteamientos de la Contemporaneidad.

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