Cambio climático

18 de agosto 2025 - 03:05

Siel cambio climático se desarrollara sin influencia del ser humano sería imperceptible a corto plazo pero inexorable en su desarrollo. La realidad demuestra que la acción depredadora y destructora de la humanidad está acelerando este proceso. Solo nos interesa devorar los recursos sin pensar en el futuro y este capitalismo desaforado en el que nos vemos inmersos no parece que vaya a cambiar, ni a corto ni a medio plazo.

El deporte profesional, en este caso el fútbol profesional, como parte integrante de esta sociedad se rige por esos mismos parámetros. Devorar recursos para generar más negocio, más ganancias, sin tener en cuenta la destrucción que deje en el camino. Pongamos el ejemplo la plantilla del Real Madrid que tras su participación en el mundial de clubes ha tenido tres semanas de vacaciones y tan solo diecinueve días de pretemporada y eso porque le han puesto el partido el martes. Si nos atenemos a los hechos de las últimas temporadas, los jugadores empezarán a caer como moscas, tendrán lesiones más o menos graves producidas principalmente por el estrés que genera tantos partidos seguidos.

Existen tal cantidad de competiciones que el único encaje posible es el de empezar antes de lo habitual, en este caso el pasado viernes 15 de agosto empezó la Liga. La temporada 25/26 finalizará el 19 de julio en Nueva York con la disputa de la final del mundial de selecciones. El ecosistema profesional futbolístico necesita competiciones y más competiciones, partidos y más partidos para poder existir. Los grandes beneficiados son los jugadores y los sueldos tan desorbitados que tienen, está claro que a ellos no les importa la gran cantidad de lesiones, aunque el gran perjudicado es el fútbol modesto en general, categorías profesionales intermedias que ante la falta de aficionados poco a poco se van asfixiando.

En cualquier caso, esto es bueno para el sistema social en general, más partidos también son más horas en el estadio o detrás de la pantalla de televisión, disfrutando, sufriendo, cantando los goles o despotricando del árbitro. Más horas anestesiados por el espectáculo del fútbol, creando en la masa una falsa sensación de euforia, incluso de cierta felicidad, que nos impide ver y pensar la realidad a la que unos pocos nos tienen sometidos.

En cualquier caso un partido más o un partido menos no va a cambiar el rumbo de nuestro país, ni del mundo, así que viva el fútbol y que siga el espectáculo. Los pobres serán cada vez más pobres y los ricos más ricos. Yo me conformo con que el Xerez haga una buena temporada y que haga un poco menos de calor, tampoco pido mucho o a lo mejor sí.

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