Jerez conquista paladares: el turismo gastronómico se consolida como su gran atractivo

La provincia de Cádiz, como parte de la región andaluza, fue eminentemente agroalimentaria antes de llegar el turismo. Siempre se destacó como productora y exportadora en diversas actividades agrícolas, brillando en la producción ganadera, pesquera y vinícola a la vez. Permitiéndonos hasta la fecha ser competitivos vía precios y vía calidad de sus productos, posicionando en la franja Premium del mercado internacional.

Para todos los gaditanos y en especial para los jerezanos, es una satisfacción que la ciudad Jerez haya sido distinguida con el título de ‘Capital Española de la Gastronomía 2026’. Una gran oportunidad para mostrar toda nuestra oferta gastronómica. En La gastronomía, es el reflejo de la historia, la geografía, cultura y tradiciones de un lugar. Donde los visitantes, viajeros y turistas, viajeros buscan sabores auténticos que les cuenten una historia en cada bocado: desde una buena molleja hasta un magnifico chicharrón.

Estoy convencido que la gastronomía, el turismo enogastronómico, debe ser el pilar básico en el que se consolide la cadena de valor de toda la oferta turística jerezana que tal y como señala Michael Porter no es otra que el conjunto de actividades que realizan las empresas para llevar un producto o servicio desde su concepción hasta el cliente final. Este concepto incluye estrategias para optimizar cada paso en la producción, reducir costos y aumentar la competitividad de la empresa. Además, permite a las empresas identificar cómo cada actividad contribuye a su posición competitiva en el mercado y cómo pueden diferenciarse de la competencia.

Estamos ante una gran oportunidad para crear valores añadidos a la demanda de los visitantes que acuden durante todo el circuito del viaje, desde que sale de su lugar de residencia, hasta que regresa, ofreciendo un producto y un servicio final de calidad, intentando elevar la lealtad de los visitantes, generando una mejor imagen del destino. Realizando, además, estas actuaciones con opciones ecológicas o socialmente responsables.

Solo corremos el riesgo de poder aumentar algo el coste de las mercancías, pero también incrementaría el valor percibido de sus productos, que es lo que toda empresa debe buscar, pudiendo conseguir la satisfacción del turista, viajero y residente. No cabe duda, los turistas que están satisfechos de su estancia entre nosotros son los mejores promotores de ventas que puede tener un negocio y nuestro destino.

Para terminar, traeré alguno de los datos ofrecidos por un estudio de la gastronomía en la economía española, realizado por la consultora KPMG el sector gastronómico, que señala que toda la actividad relacionada con la gastronomía representa a nivel nacional una producción de 388.000 millones de euros, lo que deriva en una conclusión: la gastronomía, considerada como esta cadena de valor, representa un 33% del PIB español. De los cuales el 12% corresponde al turismo. Además, ocupa 3,73 millones de trabajadores, un 18% del total del empleo español.