Desde la espadaña

Felipe Ortuno M.

Letanía de las dependencias

22 de octubre 2025 - 03:05

Tarde o temprano llega el día de la dependencia del abuelo/a. Para muchos, día de huida y derrumbe. Día de economía exangüe y limitada. Día de los comparativos familiares. Día en que los hijos políticos se convierten en yernos y nueras. Día del conflicto antropológico donde el corazón y la mente se tornan incompatibles. Día de la caída en la cuenta de la multitud de ocupaciones que impiden estar donde hay que estar. Día de viajes ineludibles y encuentros importantísimos. Día de imposibilidades manifiestas. Día y fiesta de Santa Justificación, patrona de la mala voluntad. Día comprometido con la Jornada mundial de la ONG a la que pertenezco. Día del descanso necesario para no caerme muerto. Día coincidente, qué casualidad, con la visita de unos amigos de América. Día de la graduación del 4º Master de mi hijo.

Día de la ineludible visita al veterinario para la esterilización de la gata ¡imposible retrasar! Día de llanto por no poder ir; luego ya… si eso voy. Día de la prepotencia de quien tiene posibles y ofrece pago adelantado, chica y atención profesional. Día de quien depende del dependiente y se siente obligado a seguir dependiendo. Día de acordarse de las Hermanas de los ancianos desamparados, de las monjitas de la Cruz y de toda la retahíla anónima de la denostada Iglesia católica que nos puede sacar del apuro. Día de la ecografía de mi hija, que no puede sufrir un shock. Día del parchís familiar y reparto de funciones. Día mundial de escaqueo programado. Día de la filigrana mental, del razonamiento agudo y de contrastes de valores. Día de aparición de los abogados interdisciplinares y procuradores. Día del conflicto de emociones y distribución de responsabilidades.

Día del descubrimiento de la teleasistencia y ayuda a domicilio. Día de la desigual redistribución de acompañantes. Día de tristeza, ira, envidia. Día de la aceptación y la negación. Día del diagnóstico del síndrome del cuidador físico y emocional. Día de debate en la dinámica familiar. Día del descubrimiento de una enfermedad agazapada durante años que me impide atender al impedido. Día del fratricidio soterrado. Día de la toxicidad familiar. Día del chantaje y la tensión. Día del asistente social exprés. Día de baja del índice de valores. Día del duelo adelantado. Día de la moral huida y la religión apagada. Día del ejemplo anónimo. Día del síndrome depresivo oculto. Día de manos a la cabeza y preguntas descabelladas.

Día para dimensionar los días. Día de pensar en la eutanasia misericordiosa y el interruptor en Off para que no sufra. Día del castigo divino. Día del reparto de vacaciones, a falta de 11 meses vista. Día del descubrimiento de las residencias. Día de los improperios al gobierno por no tenerlas más baratas. Día del cordón umbilical perdido. Día del cargo de conciencia extraviada. Día del soplido ¡puff! Día de lo injusta que es la vida con nosotros. Día de la memoria histórica familiar y el baúl de los recuerdos. Día de la disentería mental para la que no hay pañales. Día de revelación de la miseria humana. Día del ‘yo no valgo para esto’. Día de la hipersensibilidad pituitaria y sensitiva. Día de la caca repartida y el limpiaculos. Día de la precipitación al vacío existencial. Día de los malos deseos ocultos. Día del desnudo corporal y espiritual. Día de sacar el título académico que no existe en ninguna universidad.

Día de la impotencia de los orgullosos. Día de la fatuidad de nuestras convicciones. Día de la hora de la verdad para arremangarse. Día del camino que se demuestra andando. Día del contraste ideológico y político, no está escrito en ningún partido. Día de echarle huevos a la vida y al dependiente. Día de lo imprescindible que es un migrante sin papeles con sueldo reducido. Día del remanguillé. Día de la caída y descalabro de las doctrinas ancestrales. Día de la entrada en el infierno de Dante. Día de la insoportable levedad del ser en la pesada carga de la carne. Día de la renuncia filial. Día de pensar en la herencia anticipada. Día para enseñar el título de hijo. Día de la proliferación de consejeros que entran y se van.

Día de los listos y los tontos. Día de perder para ganar. Día de la cizaña y el tizón. Día de la implacable razón de Mi familia, mis hijos, mi futuro y a mis irrenunciables vacaciones. Día de la Verdad. Día de la Mentira. Día en que, de verdad, traen carbón los reyes. Día epifánico (porque se manifiesta lo que somos). Día de compras para pasar el día. Día de ‘vuelva usted mañana’. Día de la Universidad de la vida en el aula de la muerte. Día de la razón más razonable. Día del que lleva razón y la pierde. Día del que se queda con el dependiente sin razón. Día de la construcción del plato de madera al abuelo que rompe la vajilla. Día de ¡la que me ha tocado! Día para ver lo que le queda al viejo en la cartilla de ahorros.

Día del cálculo de tiempo y duración de los hallares. Día del complemento de parné que se necesita para seguir libres. Día de ¡las manos en la cabeza! por lo que cobran los panchitos. Día de la interna a tiempo completo o el de por horas. Día del hermano que exige un sueldo, sólo por hacer un favor y que no entre gente ajena. Día de llevarse bien con los vecinos, por si acaso. Día del ¡no hay derecho! Día del cállate mamá/ papá que ‘es por tu bien’. Día del entierro anticipado. Día de ‘se acabaron las visitas’. Día de la desaparición de los nietos. Día de apagar el sol y ‘no volver al parque’. Día de los olores inauditos y la estúpida hipersensibilidad. Día de las pastillas opiáceas. Día de los ofendiditos que no te hablan. Día de los adverbios de negación y duda. Día de la inhumanidad. Día en que se hace más llevadero ser perro…

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