A pesar del ruido de los motores, de los reiterados acelerones para “quemar goma”, del incremento del tráfico en algunas zonas de Jerez, y de otros varios inconvenientes que podríamos enumerar como aspectos negativos, la ciudad se apresta un año más - y que sea “por muchos”, como ahora se dice en las misas - a acoger su ya mundialmente famoso Gran Premio motociclista, que por derecho propio se ha convertido en uno de los poderosos atractivos de nuestra población, para atraer visitantes, para proyectar su nombre en “el mundo mundial” y para acrecentar la recaudación del amplio sector de la hostelería e igualmente de numerosas familias que por unos pocos días alquilan pisos, apartamentos, garajes y cuanto sea factible para el alojamiento de los miles de visitantes que acuden puntualmente a esta anual cita del deporte de las dos ruedas, que esta vez se desarrollará entre los próximos viernes, día 26 y domingo día 28 del presente mes de abril…

No es la primera vez que en este Bienteveo hemos hecho referencia a la presencia del deporte de las motos en la ciudad, así como a la positiva influencia que para Jerez ha tenido y tiene este acontecimiento y a la beneficiosa influencia, en multitud de aspectos, que para nuestra población y los jerezanos tiene su celebración, de ahí que por la modificación de calendarios, incorporación de otras poblaciones con circuito propio que también demandan acoger este Gran Premio, encarecimiento de costes y otras diversas razones, se constituyera en una evidente preocupación de futuro la posibilidad de que la anual cita aquí pudiera dejar de celebrarse, máxime cuando en determinadas épocas el necesario apoyo de la Junta de Andalucía; especialmente en lo que a colaboración económica se refiere; no estuviera en una cuantía adecuada; dados además los negativos números de las cuentas de la mencionada instalación…

Por eso es necesario apostar y en firme por este habitual acontecimiento, que seguramente ocasiona molestias; pasajeras desde luego; a muchos ciudadanos pero que en si mismo es una de las credenciales que Jerez puede exhibir ante el mundo para mostrar su pujanza y su afición con este apasionante deporte en el que ya, aquellos jóvenes ilusionados del motociclismo de los lejanos años setenta y ochenta del pasado siglo, agrupados en el histórico Moto club jerezano presidido por Paco Pacheco, pusieron la sólida base que ha hecho posible lo que hoy día tenemos, gracias a la “ocurrencia” del otro Pacheco, de dotarnos de semejante complejo deportivo en terrenos cercanos a Montecastillo…

Que la ciudad acoja a quienes llegan, cabalgando en sus corceles de muchos centímetros cúbicos; que los “patosos” locales, aficionados a los estampidos del motor de su motocicleta; a destrozar neumáticos y dejárselos pegados sobre el asfalto, y a aturdir a los pacíficos vecinos con sus molestos acelerones, se vayan para “la trocha” para su incívica diversión y que la fiesta, transcurra en paz y en armonía…

Con ese espíritu llegan hasta nosotros miles de aficionados. Que sean muy bienvenidos…