Alfonso Ussía en Antena 3
Revuelta
Nivingegaard, ni Almeida, ni ningún aspecto deportivo ha sido relevante en esta 80 edición de La Vuelta. Las protestas a favor de pueblo palestino y en contra de Israel han copado el interés informativo, político y social en nuestro país. Que la cosa anda un poco revuelta es más que evidente. Mientras se discute sobre el significado de la palabra genocidio, hay políticos que se quejan amargamente de los cortes en la carretera, porque ponen en peligro a los ciclistas y tienen razón, pero no condenan a Israel cuando matan a niños, mujeres, ancianos, enfermos, periodistas, por el solo hecho de vivir en Gaza.
En un mundo ideal y democrático las protestas deberían ser pacíficas como pregonan estos mismo políticos, pero curiosamente son los mismos que con sus discursos de odio desencadenan ataques como los de Torre Pacheco. Jonas Vingegaard, dueño del maillot rojo y nuevo campeón de la ronda ciclista española lo resumía con calma: “Todo el mundo tiene derecho a protestar. Entiendo el motivo, aunque es una pena que tenga que suceder aquí”.
Lo bonito es disfrutar del ciclismo, del fútbol, del deporte, de la música, de la vida, de momento por aquí más o menos podemos permitírnoslo, pero en Gaza, en Ucrania y otros puntos del mundo desgraciadamente no. Que la cosa anda revuelta nadie lo puede negar, el otro día mataron a Charlie Kirk, activista pro armas y amigo de Trump. Toda vida es sagrada, por supuesto, aunque este mismo Kirk, buen cristiano, buen marido, buen padre y buen norteamericano, justifica en unas de sus apariciones públicas las muertes por armas en Estados Unidos: “Creo que vale la pena tener un costo de, lamentablemente, algunas muertes por armas de fuego cada año para que podamos tener la Segunda Enmienda. Es prudente y racional”. Afortunadamente La Vuelta ha acabado, pero como el Rosario de la Aurora y entra el fútbol a saco para calmarlo todo, el poder anestésico del Real Madrid o del Barça calmará a esta sociedad revuelta, nos hará más dóciles y en breve nos olvidaremos de los niños y niñas gazatíes. Volveremos a discutir por el uso del Var, por los arbitrajes y por los sistemas de juego.
¡Ah! y a todo esto el Xerez jugó en Chapín. ¡Que bonito las gradas de Chapín! Lo digo por la afición, porque el fondo norte se nos puede caer de un día a otro, pero conociendo al nuevo concejal de deportes seguro que lo tendrá apuntado en su recién estrenada agenda.
Lo bueno de la jornada fue la victoria del Xerez en Chapin, se vieron ganas, ocasiones, dominio del juego y cositas por mejorar, aunque el Antoniano, visto lo visto, no fue la vara para medir el nivel del Xerez.
También te puede interesar