Los valores de Luis Enrique

14 de julio 2025 - 03:04

Villanopara muchos y héroe para otros. El caso es que Luis Enrique es uno de esos entrenadores que no deja indiferente a nadie. El hecho de que después de pasar por el Real Madrid, donde le pitaron mucho más de la cuenta, así de exigente es la afición merengue, se hizo culé hasta la médula jugando, siendo importante y sobre todo, querido en el Barça.

Persona de sangre caliente, quizás una de las imágenes más recordadas de él fue aquella con la cara ensangrentada tras el codazo de Tassotti que el árbitro no quiso ver. Su actitud a la hora de hacer declaraciones, casi siempre enfrentando a la prensa, su voz rajada, sus gestos, su tono, han ayudado mucho a crear una imagen de alguien permanentemente enfadado, dispuesto a la gresca. Si no hubiera conseguido este año lo que está consiguiendo con el PSG, más enemigos tendría aún, pero una serie de reportajes, declaraciones “premonitorias” de temporadas pasadas, sobre todo el juego y los resultados del equipo, le han convertido en el entrenador de moda del fútbol mundial.

Hace unas semanas me encontré con una de esas declaraciones que te muestran el verdadero corazón que existe tras la coraza mediática del asturiano. Entre otras cosas dijo: “Uno de los mensajes que nosotros intentamos inculcar (a los jugadores) es el de no sois especiales ninguno de vosotros y si te han hecho ser especial te han engañado... porque vas a dejar de serlo en cuanto te retires”; para acabar con una profunda reflexión, muy poco dada en el fútbol y me atrevería a decir muy poco utilizada y valorada en la sociedad actual: “Especiales son otro tipo de personas, que hacen cosas por salvar vidas, otro tipo de personas que dedican su vida entera a ayudar a otros, nosotros somos seres muy afortunados, que tenemos una habilidad que se paga muy bien, si jugáramos a tenis de mesa no nos comeríamos ni los mocos”.

El mundo del fútbol profesional está plagado de egos, niños endiosados que a las primeras de cambio se compran el último deportivo, veranean en yates de lujo y se visten con joyas y relojes de diamantes, con una distorsión de la realidad que se encargan de amplificar padres, amigos, prensa y aficionados. Afortunadamente, hay gente que comparten esos valores que pregonaba Luis Enrique. Una sociedad que respeta y admira a los médicos, sanitarios, profesorado y demás se convierte en una sociedad más sabia. Ahora es el tiempo de los dioses del fútbol y de los verduleros en el congreso, así está la calle, con más crispación que nunca. Confiemos en que llegarán tiempos de respeto y sabiduría.

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