El rey Baltasar de 1981, Antonio Torrent, ya ha llegado al portal de la eternidad celestial

SI, es que Antonio Torrent Vázquez no podía morirse en una fecha que no fuese cuando los Reyes Magos de Oriente estuviesen ya camino de Jerez.

Él ha emprendido el camino de la gloría, siguiendo la estrella que durante muchos años, junto con el inolvidable Atanasio Bocanegra, también rey Melchor del año 1987, y un grupo de xerezistas de la Peña de los Cien estuvimos muchas noches queriéndola encender, para que todos los niños de Jerez tuviesen una luz que les llenasen de ilusiones y les condujesen hasta el Portal de Belén jerezano.

Gracias a él, junto a los citados, fueron muchos los años en los que milagrosamente las cabalgatas de Reyes Magos de Jerez pudieron recorrer sus calles y llenar de ilusiones, caramelos y juguetes a niños y mayores que cada cinco de enero tenían puestas sus esperanzas en unos Reyes que repartían también profundos sentimientos de amor.

Aquellos eran unos tiempos de todo tipo de carencias, en los que Antonio Torrent se entregaba en cuerpo y alma, e incluso económicamente, camellos procedentes de África incluidos, para que a pesar de las muchas dificultades y carencias de subvenciones oficiales, nunca la cabalgata de Reyes Magos cogiese un camino distinto al de Jerez, donde miles de niños, a pesar de las modestias de los cortejos reales, gozasen de la presencia de los Reyes Magos de Oriente.

Sería demasiado extenso enumerar los grandes esfuerzos de aquellas personas solidarias y hombres de bien, que capitaneados por Antonio Torrent, Atanasio y Rafael Mantaras, hicieron para superar los muchos y grandes problemas de quienes como Herodes de las ilusiones de los niños de Jerez, pusieron para que se nublase la estrella que los llevaban al eterno portal de la esperanza y la salvación.

Ahora Antonio Torrent se habrá presentando ante el Niño Dios y postrado a sus santos pies, como aquella inolvidable noche del 5 de enero de 1981; le habrá entregado su presente, que en vez de ser el tradicional oro, el incienso y la mirra, una de sus botas de palo cortado de Jerez, y después que el Niño Dios le haya escuchado un sencillo de los suyos, habrá dicho: Antonio Torrent no se marcha de mi lado, porque él será quien esté organizando la eterna cabalgata de mis Reyes Magos.

Querido Antonio, estoy seguro de que tú no descansarás nunca.

Un fuerte abrazo.