Comerse Ciudadanos

Juan Marín es sólo un señor que no consiguió representación en las últimas elecciones

El fichaje de cuadros dirigentes de Ciudadanos ha convencido a algunos de que el partido de Feijóo y Juanma Moreno se ha engullido a los miles y miles de votantes de la formación fundado por Albert Rivera y otros como defensa contra el asfixiante nacionalismo de la Cataluña gobernada por el pujolismo y lo que vino luego, que tanto éxito tuvo, hasta el punto de ser el partido más votado por los catalanes. Tiempo pasado, sin duda, porque ahora es un naufragio del que saltan al agua con los flotadores del PP algunos de sus máximos dirigentes. No sé si confían en esta geometría variable o la exponen por lo que pueda arrastrar.

Yo no creo nunca en estas cosas. Marín no se ha ido a un cargo de la Junta llevándose al PP las armas y bagajes, o sea, los votos que tuvo su partido en las últimas elecciones, ni en las anteriores. Quien lo piense, se equivoca. No podría. Juan Marín es sólo un señor que no consiguió representación en las últimas elecciones, siendo vicepresidente de la Junta, nada menos. O sea, ¿qué tiene, qué puede ofrecer? Sólo lo que recibe, la amistad y gratitud de quien fue Presidente de la Junta con sus ayuda. Esto está muy abierto, que dirían algunos demóscopos (no el CIS de Tezanos, claro). A ambos lados de la línea, desgraciadamente divisoria, en que han reconstruido el horror de las dos Españas. Digo que el batiburrillo de la izquierda no es el único porque en la derecha se da un equilibrio demasiado inestable, donde Vox no es sólo el voto necesario para hacer un gobierno, es un mundo de líneas rojas que tienen que ver, y mucho, con lo que se encuentra a la izquierda del PP, que es ese centro difuso y herido tras la derrota del nuevo intento que parecía que funcionaría y fue dilapidado por los errores de Rivera y Arrimadas. Y los votos de la gente, claro.

Los votos de la gente que son, por supuesto, de la gente. Ni de Marín ni de los otros que han cruzado la frontera hacía el PP. Por lo que parece, hay un ñañán voraz hacia Podemos y hacía Ciudadanos. Muerde el PSOE, muerde el PP. Cuando fueron los dos partidos de la centralidad política no habían aparecidos las derramas a derecha e izquierda. Será difícil volver a ser lo que fuimos pero por intentarlo que no quede. Pero es un espejismo. Lo que Arcadi Espada llama la podemia no es fácilmente soluble en el PSOE, ni Vox en el PP. Puede que llegaran para quedarse en otros espacios. Existe otro factor ajeno a las comidas.

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