Descanso y vacaciones no siempre van de la mano

CUÁNTO anhelamos el que nos toquen unos días para desconectar y olvidarnos del trabajo o de los quehaceres diarios. Momento para disfrutar, relajarnos y sobre todo descansar de ese estrés continuo que hace que abandonemos todas las cosas que siempre nos apetece realizar pero que son tan secundarias que ahí se quedan..., y ese es el problema, el trabajo diario que dejamos a un lado por disfrutar y tener un espacio libre, antes de que éste llegue ya lo tenemos ocupado con miles de actividades que pueden resultar de lo más enriquecedoras pero que son tan agotadoras que al final ni nos quitan el estrés, ni el sueño que acumulamos, ni el cansancio. La explicación a todo ello, es más científica que otra cosa porque el ser humano siempre tiene la necesidad de conseguir más y con ello adquirimos unos compromisos que al final no nos dejan cumplir nuestros verdaderos objetivos tal y cómo en principio tenemos planeado.