Francisco Reinoso /

Detrás de las nubes...

A la vuelta de la esquina

En los tiempos de incertidumbre, donde el futuro inmediato no se vislumbra, debido a que los nubarrones ocultan la salida a la crisis, es necesaria más que nunca la esperanza. Detrás de las nubes luce el sol. Ésta es una certeza que nos lleva a soplar con fuerza y perseverancia contra las nubes que esconden el sol, tormentas que nos traen desgracias, sufrimientos y angustias.

Fernando Cardenal, sacerdote jesuita nicaragüense, hermano del famoso Ernesto Cardenal, afirmaba en una entrevista que recuperar el derecho a soñar y a construir lo soñado, son elementos necesarios para la revolución ética que el mundo requiere. Afirma que: "A nosotros no se nos ha muerto la esperanza".

Ese futuro que nos hace ver obscuro a fuerza de recortes, desahucios, desempleo, será brillante como el sol si un viento formado por miles de pequeños soplos, pequeños como la lluvia, pero que todo lo empapa, disipa la tormenta. Los sembradores de tormentas no están siendo justos en el reparto. Una vez mas se socializan las pérdidas sobre la mayoría de la población, en beneficio de una minoría, que además fue quien provocó la crisis.

¿Es posible tener esperanza después de que la democristiana alemana Sra. Merkel diga que aún hacen falta cinco años más de sacrificios? Pues afirmo que sí. Decía Fernando Cardenal: "... Derrotados sí, pero nuestra causa es invencible, porque es la causa de la justicia, la causa del amor, y por lo mismo, es la causa del Jesús en que yo creo, el gran amigo de los pobres y excluidos de su tiempo...".

Más obscuro que en la pasada dictadura no estamos. La diferencia es que en aquella época muchos soplos empujaron para disipar la obscuridad y apareciera el sol de la justicia y la libertad. Posteriormente hemos delegado muchas de nuestras responsabilidades. Creímos que con votar cada cuatro años era suficiente. Ahora vagamos por el desierto en busca de la tierra prometida, tierra que existe, que no es metafísica. Es una tierra de reparto justo y equitativo de las cargas, y beneficios para todos, y socorriendo a los empobrecidos por esta crisis del sistema capitalista.

Las nubes también traen beneficios como el agua que nos llega estos días. Decía Miguel de Unamuno: "... Jamás desesperes, aún estando en las mas sombrías aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante... ". Esas nubes nos deben permitir pensar qué hemos hecho mal, o qué hemos dejado de hacer. La democracia va a ser reverdecida a través de la participación ciudadana en los asuntos públicos. No es cheque en blanco para los políticos, sean del partido que sean.

Quiero recordar a Enrique Oliva, fallecido la semana pasada; trabajador de Caja Sol, comprometido en el mundo laboral y social para conseguir un mundo mejor y más humano. Sopló con perseverancia contra las nubes que impedían el sol de justicia. Descanse en paz.

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