A rienda suelta

Francisco Reinoso

Duelo post mortem

NOS enfrentamos a la verdad de la muerte cuando le ocurre a una persona cercana y querida. Mientras esto no ocurre, vivimos ajenos a esta realidad que está unida indisolublemente al nacimiento. La pérdida de un ser querido deja un vacío difícil de llenar. Cuando es de forma inesperada se produce una inestabilidad emocional que puede durar años. Es la falta de aceptación: "¡No es posible!"; de lo que dejamos de hacer en vida del difunto: "Yo debía de haberlo visitado más"; de posible remordimiento por no haberlo impedido. "¡Si yo hubiera estado allí!". Las pompas fúnebres son un medio para superar el duelo. Ya en la antigua Roma existían empresas lucrativas, las 'libitinarii' y sus profesionales eran los 'pollinctores'. Al comienzo del movimiento obrero existían asociaciones para enterrar dignamente a los muertos. En Jerez un entierro cuesta entre 2.900 y 3.500 euros.

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