Homo ferians

Fernando Taboada

Enajenación mental

16 de mayo 2009 - 01:00

SE ha hablado mucho de la epidemia de gripe y, sin embargo, nadie habla del síndrome de Diógenes agudo que le entra a todo el mundo cuando lleva un rato en la Feria. ¡Madre mía, qué manera de recopilar basura! Porque una persona en su sano juicio, cuando llega de vuelta a casa durante el resto del año, mete las manos en los bolsillos para vaciarlos y saca de allí unas llaves, el monedero, en fin, lo normal. Pero si cogemos a esa misma persona, la soltamos en la Feria y al término de la jornada la sometemos a un registro, comprobaremos que los trastornos de la conducta son más frecuentes de lo que pensábamos.

Dicen que ayer a una señora sin antecedentes psiquiátricos le encontraron en el bolso doce abanicos de propaganda y un paipay, una ristra de vasos, media botella, catavinos de distintas marcas, un peluche espantoso de color lila, tres mecheros (y ninguno encendía), claveles chuchurridos, la colilla de un puro, restos de turrón, además de un imán con una lucecita intermitente, de fabricación china y capaz de provocar ataques de epilepsia a quien lo mire. No se le encontraron más trastos porque, según varios testigos, la mitad los había ido perdiendo en la zona de los cacharritos.

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