Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Espadas como labios

Como a la gente no le interesa lo que ocurre en los partidos y estos son los que eligen a los cargos públicos, pasa lo que pasa

No escucho a nadie preocupado por el devenir de los congresos del PP y del PSOE. La gente habla de la Covid, todo el mundo sabe pelos y señales de las diferentes vacunas, la gente tiene opiniones muy rotundas sobre el caso Cala, pero a nadie le importa si Irene García es de Susana Díaz o de Juan Espadas o si Ana Mestre va a poder seguir al frente del PP. Los políticos y los periodistas nos enredamos en asuntos ajenos por completo al interés de la mayoría, así nos va a unos y a otros. No frecuento mucho los bares, pero en los que voy jamás oigo hablar de si Irene es de Espadas los días sin erre o si Germán Beardo es una criatura de Antonio Sanz. Eso queda para un escaso grupo de interesados en la política. Como a la gente no le interesa lo que ocurre en los partidos y estos son los que eligen a los cargos públicos, pasa lo que pasa, que termina uno de Vallecas en Galapagar, impugna el sistema uno que ha estado viviendo de fundaciones públicas de la Comunidad de Madrid, un relojero de vicepresidente, un presidente que acepta el cierre de Airbus, dirigentes con títulos más falsos que un euro de madera. Nos distraemos con Diakhaby mientras otros perpetran redes clientelares con dinero público para consolidar sus propias carreras, concejales que promovieron estafas ahora gestionan el bien común. Es la triste realidad. Yo no sé si Irene García se ha convertido a la fe verdadera, si es "madre, amiga y MUJER" como escribió la alcaldesa de Puerto Real , aunque supongo que lo será, lo que no acierto a comprender es si esas son cualidades para alguien al frente de una entidad pública. Yo creía que eran honradez, trabajo, tesón, eficacia, imparcialidad, compromiso y otras por el estilo, pero en realidad yo soy un viejo a punto de recibir la vacuna camino de la jubilación por lo que mi opinión carece de interés. Sí me atrevería a decir que los socialistas son únicos para crearse problemas. Como dijo Groucho, "la política consiste en buscar problemas donde no los hay, hacer el diagnóstico equivocado y poner en marcha las medidas desacertadas". Al 99,9% le da igual si Irene García está donde tiene que estar o podría cambiar -"hemos ganado pero todavía no sé quienes" -, si Antonio Sanz sigue mandando por medio de otros, si casadistas y sorayistas están en la misma guerra desde hace años, si El Lavadora está con unos con otros o con ambos a la vez, si la Cajera se hará del que mande para no volver a Unicaja o si el Campari se pondrá de perfil. Dicho lo anterior, voy a decir algo que no sé si le va a suponer un problema: Bruno García es una excelente persona, un político honrado y trabajador, un tipo extraordinario, así que es difícil que progrese. Eso sí, juega muy mal al fútbol.

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