NOTAS AL MARGEN
David Fernández
Los profesores recuperan el control de las aulas
EN el manuscrito del varilarguero José Daza, titulado 'Arte del Toreo' y fechado en mil setecientos setenta y ocho -ya ha llovido desde entonces-, puede leerse: 'Las señoras de Jerez de la Frontera mandaban traer y enamorar los toros que sacaban a la Plaza Arenal, donde los rejoneaban desde el estribo de sus coches; y mató de un rejonazo a uno muy guapo Doña Baviana Pavón'. No es de extrañar por la tanto, que Jerez aporte mujeres a la historia del toreo femenino y que ahora les preste atención en su plaza de la calle Zaragoza.
Hemos recordado la anécdota transcrita, con motivo de la muerte días pasados, con ochenta y siete años de edad, en Lisboa, donde residía con su esposo e hijos, la rejoneadora Conchita Cintrón, natural de Chile, pero crecida en Perú, verdadera maestra en su arte. Mereció la admiración de los públicos desde que se inició en Méjico, toreando a pie y, seguidamente en España, donde lo hizo a caballo, debutando en la Feria de Sevilla en mil novecientos cuarenta y cinco. A continuación, se presentó en la Plaza de las Ventas madrileña. En aquellos años no estaba permitido que la mujeres torearan a pie en los ruedos españoles, por lo que sus campañas se limitaron al rejoneo, alcanzando triunfos apoteósicos. Estuvo activa hasta mil novecientos cincuenta, dedicándose una vez retirada de las plazas a la pintura y a escribir artículos y libros, entre los que destacan 'Recuerdos' y '¿Por qué vuelven los toreros?'.
A Conchita Cintrón le antecedieron en Hispanoamérica algunas toreras, pero ninguna había alcanzado un relieve como el suyo. Y le han seguido un amplio número de rejoneadoras, naturales de distintos países, entre ellas: Karla Sánchez, Nacha Mota, Julia Calviere, Ana Rita, Patricia Pallen, Marce Sara, Paola Treviño, Mónica Serrano, Cecilia Obregón, Paty Gómez Vega, Laura María, Olga Durán, Marialba Valencia, Pilar Silva, Beatriz Cucher, Amina Asís… La mayoría de ellas primordialmente han desarrollado sus actuaciones en cosos hispanoamericanos, portugueses y franceses.
Conchita Cintrón fue amiga de los poetas de la generación del veintisiete, que le dedicaron poemas, y recibió premios y condecoraciones en distintos países. El poeta Rafael Duyos, le brindó los siguientes versos: 'Caballito americano/ con sangre de morería,/ caballista con alas,/ seda y luna en las bridas,/ trotecito andaluz,/ peruana la silla,/ dime ¿quién te monta?/¡Me monta Conchita!/ Un punto de cantaora/ y un punto de bailarina./ Cabalgando, rienda suelta./ Sobre inventada marisma./ Cazadora de la gracia,/ entre mil gracias cautiva…/ Sonajero americano/ con ritmo de granadina./ Virreina del redondel./ Amazona de los incas…/ Con majestad de señora/ y modos de señorita…/ Lima, a lo lejos, nostálgica/ porque ella inventó Sevillas/ con Guadalquivires indios/ y Giraldas colombinas…/ Caballito americano,/ con sangre de morería,/ caballito con alas,/ seda y luna en las bridas,/ trotecito andaluz,/ peruana la silla…/Dime. ¿quién te monta?/ ¡Me monta Conchita!'.
También te puede interesar
NOTAS AL MARGEN
David Fernández
Los profesores recuperan el control de las aulas
La esquina
José Aguilar
Solipsismo en palacio
Cuarto de muestras
Carmen Oteo
Mi hermoso botín
Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Memorias de un niño de derechas