Alto y claro

José Antonio Carrizosa

jacarrizosa@grupojoly.com

El Gobierno de Juanma

El liderazgo de Juanma Moreno le deja manos libres para primar en su Gobierno talento sobre militancia

Nadie que haya cambiado impresiones con Juanma Moreno durante los últimos días ha sacado una impresión diferente: el presidente de la Junta medita consigo mismo, y con círculo reducidísimo de máxima confianza, los nombres de su próximo Gobierno. Sin interferencia de su partido, que permanece a la expectativa sin mucha más información que el resto de los andaluces, ni de otros ámbitos que podrían intentar colocar a personas de su confianza. El nuevo Ejecutivo, que estará constituido el próximo día 25, será por tanto el de Juanma Moreno más que el del partido en el Gobierno e incluirá, previsiblemente, nombres que sorprenderán por su poca vinculación, hasta ahora, al proyecto político que representa el PP. Son las ventajas de haber constituido un liderazgo sólido que se ha visto abrumadoramente respaldado en las urnas.

En el Palacio de San Telmo y en la calle Génova de Madrid se sabe que las elecciones del 19 de junio no hubieran sido el paseo triunfal que fueron si Juanma Moreno no hubiera sumado a las siglas de su partido, algo que no pasó, quizás lo contrario, en el caso de los dos candidatos principales que se han quedado en la oposición. La persona y el personaje del presidente de la Junta estaban, en la consideración y simpatía de los andaluces, por encima de la propia marca política que representa. Eso le da un margen de maniobra enorme, que recuerda el de Felipe González en la España de los ochenta y o el de Manuel Chaves en la Andalucía de los noventa.

La cuestión es para qué se va a usar esas manos libres que han dado las urnas. En el caso de Juanma Moreno parece claro que quiere hacer un equipo eficaz y que recoja talento. Y que no le va a temblar el pulso para buscarlo fuera de las sedes de su partido. Es una premisa básica si lo que se quiere hacer es aprovechar la mayoría absoluta para poner en marcha reformas estructurales de calado y ese parece ser el objetivo principal de la nueva legislatura.

Veremos si cuando el nuevo Gobierno tome posesión esas expectativas se han cumplido y la solidez del equipo y la preeminencia del talento sobre la militancia política son los componentes básicos para ponerlo en marcha. Lo que se ha escuchado hasta ahora de boca del presidente hace albergar esperanzas de que se va en la buena dirección. El liderazgo de Moreno lo permite. Otra cosa es que al final terminen imponiéndose otro tipo de circunstancias. No sería la primera vez.

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