¡El IBI de la Iglesia!

¡JOÉ con la solución a la crisis que buscan algunos! Mi amigo estaba un poco alterado esta semana al tener conocimiento de que una organización política de Jerez pide que la Iglesia católica pague el IBI, para recomponer así la situación económica actual. Le he aclarado que esa organización tiene todo el derecho a pedir eso. Como lo tiene a pedir que lo paguen todas las iglesias cristianas o islámicas que también están exentas o las embajadas de otros países, por poner un ejemplo. Igualmente tienen derecho a pedirle a sindicatos como CCOO o UGT que renuncien a los más de mil doscientos millones de pesetas que reciben cada uno de subvención directa (BOE 16/02/2011). Y pueden pedir que se plantee otro destino para los más de 28.000 millones de pesetas que se reparten entre todos los sindicatos para formación para el empleo, pues a la vista del número de parados, no parece que esté siendo muy efectiva. Tienen derecho también a pedir a los partidos políticos que renuncien a los más de 21.000 millones de pesetas que reciben de subvención para sus gastos electorales y que estos los paguen los militantes, etc. Pues claro que tienen todo el derecho.

Pero mi amigo hay cosas que echa de menos en la proposición. Por ejemplo, no se especifica en ella si el Ayuntamiento o esa organización política están por la labor de hacerse cargo del comedor del Salvador (edificio religioso gestionado por religiosas) y por ende de la alimentación de las más de setecientas personas que allí acuden. Tampoco queda claro si se harán cargo o debe hacerlo la administración, de Cáritas diocesana, o de las cáritas parroquiales que gestiona la Iglesia Católica y así, con todo lo que saquen del IBI llevarán a cabo esa labor social y ya no tendrán que enviar a nadie a cáritas cuando al atenderles como ciudadanos, no tengan respuesta a sus necesidades. Total, que con la que está cayendo, y la situación que tenemos, ya hay quien ha encontrado la solución a nuestros problemas. Ya se lo pueden comunicar a Merkel: la solución a la crisis es… ¡el IBI de la Iglesia!