Jerez íntimo

Marco Antonio Velo

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Jerez: Sánchez Cárdenas, Ricardo Cachero y Luis Pérez

Ricardo Cachero -en el centro de la imagen junto a Miguel Puyol y Francisco Larraondo-, como dicta el himno del Ejército del Aire, acaba de alzar definitivamente el vuelo sobre el alto cielo.

Ricardo Cachero -en el centro de la imagen junto a Miguel Puyol y Francisco Larraondo-, como dicta el himno del Ejército del Aire, acaba de alzar definitivamente el vuelo sobre el alto cielo.

Alfa: Capítulo duodécimo de los alegrones experimentados este pasado fin de semana. Sucedió en Sevilla el sábado noche. Como un prontuario de subidones anímicos y expulsiones inmediatas de adrenalina. Como un determinismo de las templadas ventajas ciclópeas que concede el saberse seguidor impertérrito de los Beatles. Con una sevillanía nada impostada cuyo cromatismo adquiere temperatura de acuarela del Liverpool de mediados de los años 60. Con una emoción nada bucólica capaz de sonar como el 500/1 -bajo eléctrico semi-acústico- en manos de Paul McCartney. Sábado día 3 de diciembre de 2022. La intención fue como una trabazón allí donde otrora los muchachos de aquella generación beat asumían la batahola de la revolución musical. Este sábado ‘Los escarabajos’ -fascinación en vivo y directo del rock británico- actuaban de nuevo. Todo en derredor parecía pincelado y pixelado por las brochas finas del Pop Art. La intimidad es sinónimo de cultura de masas. Vivificación de la letanía poética de Baudelaire. Todo se hace sonrisa de hombre de Netol -aquel ser pintoresco capaz de limpiar y pulir metales-. El ambiente del concierto alcanzaba su cúspide. Nadie se sentía como ‘El hombre perdido’ de la novela de Ramón Gómez de la Serna. Rubén Darío hubiese escrito aquello de “hay providencia”.

El atavismo no campa a sus anchas en este escenario de lana y luna. La concavidad del ocio asume su espaciosidad. Entre el público -luminoso de fervor- se observa a Ramón Sánchez Cárdenas, amicus, además de vocal del Club de Fans de The Beatles de la provincia de Cádiz. Ramón y yo hemos analizado alguna vez el prodigio cenital del temazo ‘Till There Was You’: o sea el solo de guitarra de George Harrison. El instante fluctúa en lo absorto. ‘Los escarabajos’ invitan a Ramón a subir a la gloria de una interpretación conjunta. Ramón sube, con guitarra en ristre, a escena. Los aplausos se reordenan como participios sucesivos. Ramón no da crédito. Demasié para el body, colega. Y, de pronto, la eclosión, la magia prístina, el cálculo generacional, las pautas de la creación, los gritos de las fans, el tornasol de la próxima sacudida emocional, la navegación de los sueños, el imán como sortilegio: o sea: Twist & Shout. ¡Enhorabuena Ramón! ¡Vendrán más! Come on, come on, come…

Beta: Cambio de tercio. La letra se reviste de negro luto. Dos fallecimientos. Ricardo Cachero, de Aviación, fue todo un clásico cada Viernes Santo. En una de las antepresidencias de la Hermandad de Loreto siempre figuraba Ricardo Cachero representando a la Aviación Civil. Tan es así que el emblema de dicho cuerpo que posee la Virgen fue donada por él. Como reza el himno del Ejército del Aire, Ricardo ya alzó “el vuelo hacia sobre el alto cielo, lejos de la tierra, la esperanza nos lleva detrás”. De otro lado también lamentamos profundamente la muerte del queridísimo Luis Pérez, de la Unidad de Flamenco del Ayuntamiento de nuestra ciudad. En algún proyecto convergente sostenido por alianzas institucionales pude trabajar casi codo a codo con Luis durante algún tiempo. Siempre tan risueño, tan conocedor de la causa que llevaba entre manos, tan social y sociológico a la vez. En sólo una ojeada -silenciosa, como las trompeterías de la remembranza- Luis ya hacía su composición de lugar. Persona de muy agradable trato que laboraba sin descanso. Deja un recuerdo que ríe, como una luna blanca capaz de silenciar el alcance de su inteligencia.

Gamma: Jerez, el sábado, fue un cante de villancico versus lluvia amenazante. En este toma y daca los jerezanos resistieron por mor de esta tradición tan genuina de las zambombas sin acento en la última a. Llenas de encanto y pureza las muchas que se celebraron en las puertas de las iglesias. No cabe mejor forma de anunciar el pronto nacimiento del Niño Dios. Las Hermandades saben tela de este tenor. Son días de tirar la casa por la ventana e instalarse en cualquier coro a cantar lo que se tercie: por ejemplo “calle de San Francisco que es larga y serena”.

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