La aprobación por parte de Alemania, esta semana, de la autorización de entrega de tanques de diseño e ingeniería alemana Leopard II al ejercito ucraniano tiene una enorme importancia que puede marcar un punto de inflexión en el conflicto bélico iniciado hace casi un año cuando Rusia decidió invadir Ucrania desencadenando una guerra cruel en el corazón de Europa. Lo cierto es que el canciller Scholz ha actuado de una forma extremadamente cautelosa y lenta, lo que pone de manifiesto dos cosas: en primer lugar, la existencia de varias sensibilidades en relación con las relaciones con Rusia; por una parte, el compromiso más decidido de los países bálticos y del norte de Europa que han apremiado a la entrega de material más avanzado y potente al ejercito ucraniano, sin duda, por la percepción más real de la amenaza que supone Rusia. Por otra parte, una actitud mucho más dubitativa y cautelosa de Francia y Alemania, más alejadas de las zonas de conflicto y con complejos intereses económicos y políticos con Rusia. En segundo lugar, existe un temor real al riesgo de escalada del conflicto con múltiples amenazas desde Rusia al conjunto de países de la OTAN hasta el punto de afirmar en varias ocasiones que está dispuesta a utilizar el arma nuclear. Este miedo ha conseguido claramente varios objetivos. Los países occidentales han cuidado mucho sus decisiones hasta el punto de limitar la entrega a Ucrania de misiles de largo alcance que pudieran alcanzar Rusia y, por supuesto, no han prestado ayuda militar directa al Estado invadido que pudiera interpretarse como una agresión por parte del Estado invasor.

En este contexto, la decisión de autorizar la entrega de los poderosos tanques alemanes Leopard II y la posible entrega por parte de Estados Unidos de los tanques Abrams que anuncian algunos medios puede tener una importancia enorme. Significa que frente a las distintas sensibilidades y enfoques entre las potencias occidentales ha primado la necesidad de apoyar decididamente a Ucrania en el conflicto. Es evidente que la valentía y motivación de los soldados ucranianos defendiendo su patria no es suficiente frente a uno de los ejércitos más poderosos del mundo. También tiene una relevancia especial. Se está perdiendo el miedo al miedo. Frente a las amenazas rusas, occidente está empezando a mostrar decisiones valientes que muestran claramente su compromiso a Ucrania aceptando los riesgos que conlleva.

Está por ver la importancia de los tanques en los campos de batalla. Es necesario una compleja logística, bastante tiempo hasta la entrega y cualificación del personal. Pero lo cierto es que Putin ha recibido esta semana una significativa derrota al constatar que a pesar de los grandes desafíos los países occidentales siguen unidos.

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