Se acabó lo que se daba. La campaña, las promesas y los votos, para dentro de otros cuatro años. Ahora lo que hay que hacer es exigir, allá en cada ciudad, en cada pueblo que gobierne el centro, la derecha, la izquierda o los independientes, que el mandato ayude a los vecinos que les han votado (y por supuesto también a los que no). Quedan atrás, pues, las visitas vecinales, los apretones de mano y los caretos en los carteles, que si el servicio de limpieza o quien corresponde, no quitan, dejarán a los candidatos con más mala cara que el motor de un coche polaco.

Aquí en Jerez la vida va a seguir igual. O al menos vamos a seguir gobernados por las mismas siglas que los cuatro años anteriores, solo que Mamen Sánchez sale de estas elecciones reforzada, con más concejales entre los que repartir las tareas y cuatro años por delante para que Jerez empiece de una vez (ya no sé cuántos años llevamos) a salir de este lodazal de deudas donde estamos.

Terminado el periodo electoral llega el momento de cumplir. De remangarse por una ciudad que necesita (salta a la vista) un servicio de limpieza que atienda a las necesidades de un Jerez que ha crecido a lo bestia, sin que, por ahora, haya habido una respuesta adecuada para todos.

Uno se da un paseo por las barriadas y se evidencia que por allí no pasa el barrendero ni por llevar la contraria. Eso se ve en bolsas y papeles viejos, en basura acumulada, en una suma de porquerías que es resultado de la operación de falta de limpieza por un lado, y de que somos bastante cerdos por otro.

A ver si llegan los contenedores nuevos y se mantienen, porque algunos son trampas. Pisas el pedal y no se abren, y muchos de ellos son perfectos candidatos para pegarte el tifus, como mínimo.

Yo sigo pensando que todo puede arreglarse con voluntad y con trabajo. Y espero no tener que esperar (valga la redundancia) cuatro años para ver este y otros cambios. Suerte a todos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios