Desconozco si el pequeño Jesús ya ha empezado a hablar, pero seguro que dentro de muy poco irá al colegio y les dirá a sus compis algo parecido a "mi mamá es una guerrera de plata". Y es que su madre, Shandy Barbosa, ha sido uno de los pilares fundamentales de la selección española de balonmano que ayer hizo historia al jugar su primera final en un campeonato del mundo.

La historia de esta portuguesa de ascendencia caboverdiana -quien, tras muchos años jugando en nuestro país, decidió nacionalizarse española en base al artículo 22 del Código Civil de España por residencia- es un ejemplo de cómo enfrentarse a una sociedad patriarcal y, a pesar de los obstáculos, vencer.

La jugadora decidió quedarse embarazada hace dos años, justo cuando acababa de fichar dos años con el Nantes francés. Reciente declaró que cuando eso sucedió, la directiva "me invitó a marcharme, aunque la ley en Francia lo impide". Ser madre le hizo perder la temporada y tampoco pudo jugar el último europeo con las 'Guerreras'. Ella reconoce que la mayoría de las compañeras espera a finalizar sus carreras para buscar la maternidad, conscientes de que sus contratos o renovaciones están en peligro.

Pero el pequeño Jesús llegó, Shandy recuperó la forma, su titularidad en el Nantes y su puesto en la selección española, donde ha realizado un Mundial excepcional. Demostrando, como otras muchas mujeres hicieron antes, que se puede tener una carrera profesional y al mismo tiempo ser madre, todo ello superando los obstáculos que la sociedad, que aquellos que ostentan el poder (directivos, presidentes, empresarios), han puesto en las trayectorias profesionales de las mujeres que se atrevían a quedarse embarazadas.

Queda mucho camino por recorrer, ahora incluso más, porque es más que evidente el retroceso en pos de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres que se viene produciendo en los últimos tiempos. Seguimos escuchando insultos a mujeres árbitros, tanto de hombres como mujeres, que es aún peor, pero lo más grave viene de la mano de una nueva corriente política, con declaraciones y posicionamientos que parecían ya superados, que ahora defienden desde el Congreso, parlamentos autonómicos y ayuntamientos, estos nuevos políticos de pelo en pecho y también su compañeras políticas que es peor aún.

De las 'Guerreras', de Shandy Barbosa, nos olvidaremos hasta el próximo campeonato, porque en el fondo escribir de esto es una gilipollez y lo suyo hubiese sido hablar del Clásico Barça-Madrid de esta semana.