Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

PUEDE que Lorenzo no le caiga bien a todo el mundo, ni falta que le hace. Su curriculum es tan demoledor, que no necesita 'abuela' para creerse lo que ya es: uno de los mejores pilotos de la historia, con cinco títulos mundiales, tres de ellos en la cilindrada reina de MotoGP. No hay quien le tosa. Por algo Ducati va a pagarle 24 millones de euros en los próximos dos años, convirtiéndose en el quinto deportista con mayor número de ingresos de España, en un ranking que encabeza Fernando Alonso, con 32 millones por temporada de Fórmula 1.

Pero no es la cuestión económica lo que más deslumbra del joven y ya legendario motociclista mallorquín. Lo que realmente impresiona de él es su solvencia estadística, con 62 victorias en los 14 años que lleva disputando el Mundial de Motociclismo, idéntico y curioso mismo número de poles position y la estratosférica cifra de 137 podiums en grandes premios. Es decir, Jorge Lorenzo es un fuera de serie que prestigia su segundo apellido, Guerrero, elevándolo casi a la categoría de 'Emperador', pues no hay batallas que se le resistan. Y en esas está a pocos días de cumplir 29 años de edad.

"Jorge es el mejor en lo suyo porque encuentra la felicidad encima de la moto", me comentaba ayer Juan Llansá, mentor y técnico de confianza del piloto balear, que considera su reciente fichaje por Ducati "como una liberación para Lorenzo. No supone problema alguno que aún le quede todo un año en su actual equipo de Yamaha. Puede ganar otra vez el Mundial, sin que esta decicisión le pase factura. Su fortaleza mental es brutal". Idéntica opinión sostiene Ramón Forcada, ingeniero del piloto español: "Durante estos intensos años, las cosas tan duras y dificiles que Jorge ha superado, me llevan a pensar que está capacitado para asumir sin problemas este nuevo e histórico reto. Su capacidad psicológica para afrotar objetivos no tiene límites".

Lo que nadie puede discutir es que Lorenzo ha tomado una senda inexplorada, casi antológica, toda una odisea. No existen precedentes en la era moderna del motociclismo de que un campeón firme contrato a principios de temporada con una marca distinta a la que defiende en su intento de renovar el título. Ese es su mérito y su honorable aspiración. "Las razones de tal decisión son poderosas y variadas. Primero, porque es inteligente, segundo porque el dinero que ganará no es desdeñable. Y tercero, los grandes campeones quieren ratificarse con una moto distinta a la que le ha dado sus coronas. Ducati es la marca ideal para hacerlo, porque ahora es una moto que con él puede aspirar al título de MotoGP", comenta el influyente Carlo Pernat, uno de los 'sabios y oráculos' del Mundial.

Jorge, que dibuja la perfección sobre una moto, haciéndola volar como un cohete pegado al asfalto, no tiene dudas: "Este es el mayor reto de mi carrera deportiva y la decisión más difícil, pero no el momento que me siento con más presión, como con 15 años, cuando no había conseguido ningún resultado y de ellos dependía mi futuro en todos los términos. Ahora tengo la vida solucionada y es una cuestión de motivación y de intentar hacer historia en un equipo donde solo Casey Stoner ha podido ganar. Y solo una vez". De momento, Lorenzo sigue volando feliz y aveces inalcanzable con su Yamaha, mal que le pese a Rossi, Márquez, Pedrosa y a todos los que observan de cerca sus pasos de mito volador…

(*) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue editor jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como jefe de prensa del Circuito de Jerez.

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