'Mediador', caso reincidente

Muy cutres esos hombres en paños menores con prostitutas y muy obscena la foto del general junto a la bandera

El caso Mediador es una mezcla cegadora de corrupción, chabacanería e indecencia. Un regreso a Roldán, a la Faffe, a la Gürtel. Evidencia de que los grandes partidos no controlan sus recursos humanos. Los actores de la trama eran un dirigente canario del PSOE, conocido como Tito Berni, diputado en dos legislaturas y un tiempo director general de Ganadería en el Gobierno regional; su sobrino, que heredó ese cargo cuando su tío volvió al Congreso; varios empresarios y un general de la Guardia Civil.

Todos conectados por un mediador con antecedentes penales, que ha proporcionado a la policía pruebas contra sus cómplices: mensajes, fotos y audios. El grupo procuraba contratos públicos, agilizaba ayudas agrícolas europeas y evitaba expedientes o multas. Hay 12 detenidos, acusados de integrar una organización criminal.

El PP ha pedido en el Congreso una comisión de investigación y se han disparado los nervios en el PSOE a 12 semanas de las municipales. El mercado de comisiones de investigación está saturado. Hay una pendiente, decidida en junio sobre el caso Kitchen, la maquinación en el Ministerio del Interior bajo mandato de Rajoy para robar o borrar las pruebas de Bárcenas sobre la caja B del PP. Y aquí en Andalucía los populares han abierto por tercera vez la de la Faffe, donde se recordará el uso de tarjetas en prostíbulos por el director de este Fondo de Formación de la época socialista.

Las prostitutas eran uno de los ganchos de la trama canaria, en fiestas con viagra, alcohol y cocaína. No aprenden, reinciden en la sordidez de los ERE. El mediador de la banda canaria debía haber levantado sospechas. Ya había sido condenado en el pasado por falsificación de documentos, robos con fuerza, violencia e intimidación; abandono de familia, estafa y conducir sin carné.

Los terrenos en los que se movían estos conseguidores eran los despachos oficiales del tito Berni o del general, habitaciones de hotel, clubes de alterne y buenos restaurantes. Al convocar una de esas comidas lujosas, el mediador bromea: "Mesa para quince. Sólo personas del Partido Socialista. No pueden entrar los de Vox, ni Podemos, ni arrastrados catalanes". Hubo otra cena reciente a la que asistieron cinco diputados del PSOE, ahora bajo sospecha.

Muy cutres las imágenes de hombres en paños menores con prostitutas. Y muy obscena la fotografía del general con un regalo de la trama junto a la bandera de la nación, que él debía respetar más que nadie.

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