Antes de nada situemos a los no economistas en explicar el significado de OPA hostil: “Es la oferta pública de adquisición que presenta una persona o entidad, sin la aceptación previa de los órganos de gobierno de la sociedad cuyas acciones se pretende adquirir”. Si este concepto lo llevamos, o aplicamos, en la medida de lo posible y con las debidas similitudes, a los últimos acontecimientos en nuestro excelentísimo Ayuntamiento de Jerez podríamos estar hablando de una OPA hostil a la delegación de Cultura, incluida la Unidad de Flamenco- por parte de la delegación de Fiestas.

Como todos conocemos, llevamos dos años sin tener nuestra Feria del Caballo a causa de la pandemia, por consiguiente esta delegación lleva dos años sin emplear o gastar partidas presupuestarias destinadas a los gastos de la organización de la Feria de Jerez. Este hecho o disponibilidad de suculentos dineritos ha iluminado la cabecita de algunos y algunas incluso “algunes” que expediría por su boquita de piñón aquella famosa ministra. De tal magnitud ha sido el brote y delirio de grandeza del delegado de Fiestas que ha visto en este escenario (nunca mejor dicho) una oportunidad de oro para dar el “salto a la fama” y para ello se cruza, se desliza, materializando posibles injerencias en las funciones de la delegación de Cultura y, por ende, en la Unidad de Flamenco provocando en algunos casos una dualidad, aparente desdoblamiento de la personalidad, confusión o disfunción -cuando menos extraña- que algunos no llegan a entender.

Para ello recordemos algunos momentos recientes como por ejemplo el caso de la “diligente” gestión en la contratación de José Mercé y los espasmos flamencos de la mencionada delegación. Y no es que no sea buena la intención porque sí es positivo para la ciudad consiguiendo activar y gestionar unos presupuestos disponibles para aumentar y reforzar la actividad cultural o dinamizar la economía, pues bienvenido sea. Pero parece que, aunque la intención es buena, yerra en el planteamiento al hacerlo de espaldas a la delegación de cultura sin hacerla partícipe, aunque hubiera sido sólo como consejera- en algo que conocen y gestionan con sobrada experiencia.

Incluso podríamos intuir que dicha gestión tampoco fue hecha informando a la alcaldesa desde el primer momento y así fueron apareciendo los “fantasmas” hasta el fatal desenlace conocido por todos. Caso de José Mercé aparte, tampoco es que con la instalación de la noria estuviera muy fino. Con todos los respetos y reconocimiento al trabajo que se realiza por los distintos delegados, todo esto nos hace pensar o intuir que estamos ante una situación interna en ese partido en la que se están realizando movimientos orientados a próximos posicionamientos políticos. De ahí el salto a la fama aprovechando el presupuesto de la delegación para darse a conocer alguien que hasta hace poco era un auténtico desconocido. ¿Ambición política mal calculada? ¿Posicionamiento en uno de los posibles bandos? ¿Hay mar de fondo en el partido y se avecinan cambios sustanciales?

Y no solo en la delegación de Fiestas se han observado gestos de este calado. Acudamos a los perfiles de redes sociales del “niño del adoquín”, delegado de Urbanismo, haciéndose el ‘harakiri’ fotografiándose con Pedro Pacheco en el despacho de Urbanismo... ¿Qué mensaje habrá querido enviarnos? O la exhibida visita de Paco Camas con Laura Álvarez al Tabanco del Duque con fotito incluida... ¿Hay mar de fondo ante la aparente calma en la superficie?

Estemos atentos la serie en los sucesivos capítulos de la película y vaya usté condió.