Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

OTAN de entrada

El PSOE ya no está en situación de tomar represalias directas con nadie, carece del poder apabullante que tenía en Cádiz

EL 12 de marzo de 1986 el gobierno socialista, en un insólito giro, sometió a referéndum la continuidad en la OTAN donde pidió el SÍ con la amenaza de que Felipe González se iría del gobierno si salía que NO. Fue una campaña muy difícil donde pequeños partidos y grupos pacifistas pidieron el NO solo con entusiasmo, y el convencimiento de tener una causa noble. El PSOE utilizó los métodos más abyectos para ganar aquel referéndum En la Diputación de Cádiz se usaron medios públicos para la campaña, bajo las órdenes de un presidente que ahora le da nombre a una Fundación socialista como si hubiese sido un insigne estadista: Alfonso Perales. En locales de la Diputación, personal de la misma hacía el trabajo de la campaña. Un vicepresidente de la Diputación, Fernando Suárez, tenía sobre su mesa el manifiesto de gaditanos pidiendo el NO para adoptar represalias, por ejemplo echó a Fernando Quiñones de la oficinita donde escribía "La canción del pirata". Ganó el SÍ, al poco España entró también en la Comunidad Económica Europea, cayó el Muro, se disolvió el Pacto de Varsovia y aquel futuro apocalíptico que imaginábamos no ha llegado, así son los hechos. El PSOE ya no está en situación de tomar represalias directas contra nadie, carece del apabullante poder que tenía en Cádiz, Andalucía y España. Igual algunos querrían volver a aquellos años en los que se perseguía al disidente, donde los socialistas no admitían el menor disenso y solo aceptaba a pelotas y compañeros de partido, pero España ha cambiado . No conviene sentir nostalgia de aquellos años de plomo. Dicho lo anterior, no se cumplieron las predicciones de quienes pensábamos que la Base de Rota era un peligro y la OTAN nos metería en una guerra contra los países comunistas. Ahora la OTAN es un factor de estabilidad. Duele reconocerlo, pero es la verdad, teníamos razón pero nos equivocamos. Seguramente la inmensa mayoría de los militantes y cuadros socialistas de aquellos años lo único que hicieron fue asegurarse su fututo en el pesebre público pero resulta que acertaron, como el burro flautista.

Es posible que Felipe González tuviera presiones e información que no conocemos, quizás algún día lo cuente, aunque las autobiografías solo sirven para exaltar el ego, como demuestran los libros de Pablo Iglesias, Griñán, Íñigo Errejón, Pepe Bono o Alfonso Guerra. En unos días tendremos la Cumbre de la OTAN en Madrid , aunque seguiremos sin comprender el motivo por el cual la chirigota de Paco Rosado "Los Carreros de la Alianza" se negaron a hacer campaña por el NO, como sí hicieron "Los tontos de capirote" y "Las momias de güete".

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