DEBERÍA existir un mandamiento que dijera: “No tomarás el nombre de España en vano”. Con tanta corrupción económica en bancos, cajas, equipos de fútbol, empresarios, algunos políticos nuevos y otros viejos; la lista Falciani que nos descubre el colmo del despropósito: el presidente del mayor banco de la Patria envió su dinero a Suiza; el presidente del Barça y los Pujol, que se envuelven en la señera para ocultar la corrupción; el sr. Rato, presidente del FMI y Bankia; nuestros católicos Ruiz- Mateos, amigos del Opus, Legionarios de Cristo. El ex presidente Ybarra del BBV. Todos ellos, y otros más, hablaban de España dando consejos de moderación, vaticinaban grandes males a la economía: vivíamos por encima de las posibilidades. Ellos no. España, la Patria que proponen, no es buena para los ciudadanos de la piel de toro e islas. Una de las dos Españas nos está helando el corazón.
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