Tribuna libre

Juan De / La Plata /

La Patrona de Jerez en las coplas flamencas

25 de septiembre 2010 - 01:00

EL tema de la Virgen en las coplas flamencas es bastante conocido. Rara es la advocación mariana que no tiene su reflejo en el cancionero flamenco, sobre todo en el de las coplas que se originaron en el siglo XIX, donde la Virgen del Pilar, en las alegrías; la de las Angustias en las medias granaínas; la de Araceli, en los fandangos de Lucena; la de Consolación en la soleá de Utrera; la del Rocío en las seguidillas rocieras; y, sobre todo, las más conocidas imágenes dolorosas, en las estremecedoras saetas de Semana Santa, eran y son objeto de inspiradas y sentidas formas de cante.

Incluso advocaciones de imágenes muy queridas de la Semana Santa jerezana, como la de la Santísima Virgen del Valle, le sirvió al poeta del cante don José Cepero, para componer y cantar esta seguiriya, comparando dicha imagen con la de la mujer amada: "Tiene la cara morena / con los ojos negros / ma parecío la Virgen der Valle / la questá en San Termo".

Oraciones cantadas, jaculatorias marianas; devotas, breves y sencillas expresiones de la devoción popular del pueblo andaluz por sus vírgenes más veneradas; especialmente por aquellas que ejercen un secular patronazgo sobre determinados pueblos; pudiendo decirse que rara es la localidad andaluza que no posee algunas coplas alusivas a sus patronas o a sus dolorosas más representativas. Ya sus vírgenes de gloria, como la del Carmen, presente en esta antigua soleá jerezana de cuatro versos: "Por los rincones me meto / y a voces llamo a mi mare; / y como no la encuentro / llamo a la Virgen del Carmen". Una devoción secular muy enraizada en el pueblo jerezano.

Tal ocurre en Jerez, igualmente, con su celestial Patrona la Santísima Virgen de la Merced, a la que, desde tiempos remotos, se alude en ciertas coplas flamencas, especialmente por bulerías y fandangos. Sirva de ejemplo la vieja bulería por soleá que canta "A la Virgen de la Mercé / como mi gustito logre / un hábito vi a rompé" o aquél remate por bulerías festeras: "¿A donde va usté? / ¿A dónde va usté? / ¡A vé a la Virgen de la Mercé!".

Me viene también al recuerdo aquel magnifico fandango campero, hermosamente impregnado de jerezanismo que, hace años, dejara impresionado en discos Rafael de Jerez, un cantaor injustamente olvidado hoy por los aficionados de nuevo cuño, en el que exaltaba los valores de nuestra tierra, exclamando "¡Viva el pueblo de Jerez / con sus caballitos blancos / y la Virgen la Mercé / que hace tantos milagros!"

La verdad que no es muy abundante el tema mariano de la advocación patronal de Nuestra Señora de la Merced, en el cancionero de nuestro cante flamenco más tradicional, pero basten estos contados ejemplos para resaltar la devoción de nuestros cantaores, que suelen ponerlos de manifiesto en sus recitales y fiestas privadas; porque por algo la Virgen de la Merced tiene su trono en el corazón del barrio más flamenco de Jerez.

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