ESTÁ bien que el Gobierno Municipal haya parado la demolición del edificio del antiguo IARA. Varias e importantes voces se han levantado contra la demolición, unos por el patrimonio racionalista jerezano, y otros porque incrementar las líneas de autobuses no aseguran el aumento de afluencia al comercio del centro.
El centro está rodeado de paradas de autobuses. Desde Cristina a Las Angustias están todas las posibles. El 1.200.000 € se podría utilizar en remodelar las dependencias del edificio para reconvertirlo en viviendas de alquiler y así aliviarían uno de los problemas graves del centro: el despoblamiento de habitantes. La periferia, entre las grandes superficies y el comercio de proximidad, está bastante abastecida de toda clase de productos. El centro es la gran ágora: mercado, cultura, política, de la vida social de los jerezanos.
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