Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Comentábamos en nuestro anterior artículo sobre las grajillas que al ser ésta una especie invasora, normalmente siempre hay una residente que se siente desplazada. En este caso las aves perjudicadas han sido los Cernícalos primillas (Falco naumanni). Esta especie que no hay que confundir con su primo el Cernícalo común (Falco tinnunculus).

La "primilla" es el más pequeño de los halcones ibéricos habitante frecuente de torres, castillos, cortijos, iglesias en regiones dedicadas a la agricultura y la ganadería extensiva en las que podía encontrar numerosos invertebrados de los que alimentarse.

Por las transformaciones del agro español, la especie ha sufrido una drástica disminución en el último medio siglo, siendo ahora una especie nada frecuente. Habitante del Jerez musulmán, seguro ocupante de sus mezquitas, pasó a ocupar las iglesias de nuestra ciudad con la llegada de los cristianos. Criando nuestra simpática avecilla, vivía feliz en los mechinales y huecos de nuestros edificios religiosos, pero ahora grajillas y palomas las han desplazado y ocupados sus lugares de nidificación.

Además, la ciudad ha crecido extensamente, y los pocos cazaderos para la especie se ha desplazado varios kilómetros. Imaginemos los años cincuenta del siglo pasado: las primillas de la Iglesia de Santiago nada más tenían que volar hasta el final de la calle "La Sangre" (Taxdirt) para encontrar campo abierto; ahora carreteras, polígonos industriales o centros comerciales alejan sus áreas de alimentación siendo incómodos para ellas la nidificación en los sitios "clásicos " de la ciudad.

Por ello, iniciativas como colocarles cajas nidos específicas para ellas en las Iglesias que sustituyan sus nidos ocupados por otras especies facilitan su labor de cría. O la construcción esta primavera de un "primillar" artificial por parte de entusiastas voluntarios de la Sociedad Gaditana de Historia Natural, en un lugar favorable de la campiña al que se han llevado cerca de treinta pollos que habían caído de nidos de toda la provincia, ponen una luz de esperanza para una especie vecina de nosotros desde la creación de nuestra ciudad. Suerte.

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