Revisar el pasado

Obligarte a darle continuidad a aquellos hilos, tejidos hace años, es la mejor manera de percibir lo frágiles que son algunas ideas

Igual que en sus 50 libros anteriores, en su más reciente, Solo integral (Ariel), Fernando Savater despliega sorpresas, recuperaciones y puestas al día para enfrentarse, lleno de ideas y humor, al decaído panorama político existente. En principio, podría pensarse que este nuevo libro es sólo una recogida selectiva de columnas publicadas desde que, en 2015, al género del artículo de prensa decidió añadir la experiencia de la columna periodística. Este género le obligó a una regularidad semanal y a mantenerse dentro de un límite de palabras. Fue un reto que le gustó, y le ha proporcionado buena acogida y numerosas satisfacciones. Por eso, ha querido extraer del pasado 63 de esas columnas. Pero lo que hubiera podido ser una antología, más o menos nostálgica, de cuestiones quizás olvidadas, lo ha convertido en algo nuevo, vivo y actual, gracias a un ingenioso procedimiento: cada de las columnas elegidas sufre una réplica, respuesta, o puesta al día, de manos del propio Savater que ejerce así de desenfadado crítico de lo que fue escrito, en un día ya lejano, sometido a presiones de otras circunstancias. De esta manera, una columna que se había quedado congelada, retenida en su momento, se despereza, vivifica y cobra otro papel. Leyendo este libro, se asiste, pues, a la puesta en marcha de un nuevo género literario, a una escritura en sucesivo proceso de actualización. Las primitivas palabras, raíces plantadas en fecha anterior, son revisitadas en otra época, la presente, para contrastar lo que se dijo entonces y lo que se aporta ahora. Obligarte, como autor, a recuperar y darle continuidad a aquellos hilos, tejidos hace años, es la mejor manera de percibir lo efímeras y frágiles que son algunas ideas, y lo sólidas que permanecen otras. Es buen ejercicio de autocrítica y un medio para conocer el grado de narcisismo en que uno anda metido. Savater, si se leen sus réplicas, no ha recurrido a remover sus viejas columnas para darse la razón, solo ha buscado filtrar y reavivar críticamente aquellas ideas para que continúen todavía alumbrando. Por otro lado, las 7 páginas de introducción del libro tienen un valor aparte que lo justifican plenamente: muestran su apasionada entrega a la labor que un escritor puede realizar desde la prensa. Sus sabias y meditadas sugerencias sobre cómo escribir una columna contienen un valioso testimonio para cualquier adicto a esta cada vez más extendida rama del periodismo. Hoy, día 6, Savater, sin la segura protección que procura la columna escrita, da una conferencia, en Barcelona, en defensa de la Constitución. Gracias Fernando por este libro, gracias por tu compromiso cívico.

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