Cuarto de Muestras

Rosberg

"La mayoría no escuchamos a nuestro corazón porque nos da miedo".

M style="text-transform:uppercase">E gusta la Fórmula 1 desde que me enganché de pequeña a los dibujitos de Patán y Pierre Nodoyuna en la serie Los autos Locos. El perro Patán no hablaba pero tenía una risa maliciosa e inmisericorde, que le ha hecho célebre, para festejar los fracasos de Pierre Nodoyuna, un piloto tramposo e incompetente que siempre se accidentaba. Después llegó Alonso de la mano de Briatore y volví a desear que lloviese durante las carreras y que a Hamilton, el villano moderno, le salieran mal las cosas.

El otro día se produjo para mí algo grandioso e inaudito en el deporte actual. Rosberg, piloto de 31 años que acaba de ganar su primer campeonato mundial de Fórmula 1 anuncia su retirada. Ha explicado que al ganar ha cumplido con su sueño desde los 6 años. Sorprende porque para la mayoría el éxito crea dependencia y exige más. Los deportistas suelen tener una carrera corta que apuran al máximo hasta que el camino descendente de la derrota les apea del pódium. No saben bajarse cuando están arriba y hay demasiados intereses en juego. Pocos aficionados entienden que un campeón deje su corona de laurel y recobre la paz antes de autodestruirse.

Rosberg ha tenido el privilegio, la nobleza y la valentía de poder retirarse en su mejor momento deportivo y vital. A su edad, es rico, ha triunfado, es lo suficientemente inteligente como para que la vanidad no le ciegue ni la ambición le esclavice y se siente querido por los suyos tras un esfuerzo sobrehumano para lograr ser campeón del mundo. Cuando estaba en pleno campeonato se motivó diciéndose a sí mismo que, si ganaba, se retiraba. Eso le hizo correr como nunca, entregarse al máximo, atisbar la victoria como algo vital y definitivo. Misión cumplida.

He decidido seguir a mi corazón y mi corazón me ha dicho que me detenga y haga otras cosas, ha dicho literalmente. Justo cuando puede proclamar que es el mejor del mundo y callar a tantos que le han menospreciado incluso ganando carreras. La mayoría no escuchamos a nuestro corazón porque nos da miedo lo que pueda decirnos y no estamos dispuestos a acatarlo. Rosberg ha decidido anteponer su vida personal y dedicarse a su mujer y a su hija.

Como Patán, Hamilton, brillante compañero de escudería y el malo de todos los campeonatos, se ha burlado tan pronto supo la noticia: "Es la primera vez que gana en 18 años, así que no me sorprende su retirada".

Quisiera parecerme a Rosberg pero, ni he ganado ni sé pararme.

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