ADMIRO a las personas que están llenas de fe. Que además son buenas por naturaleza y que lo demuestran cada vez que se cruzan con alguien. Gente con un corazón enorme, que dan sin necesidad de recibir nada a cambio. Y que incluso, son capaces de sobreponerse a las dificultades que sin razón alguna la vida te va poniendo por el camino. Es el caso de un buen amigo, del que hemos estado pendientes muchos, sobre todo el mundo cofrade de Jerez durante las últimas semanas. Un hombre limpio de alma, entregado a su Hermandad y que deja constancia de su amor a Cristo y a la Santísima Virgen en cada acción que desempeña. Un devoto acérrimo de Santa Ángela de la Cruz, la santa sevillana, titular de su Cofradía y motivo de su gran amistad y arraigo a las hermanas de la Cruz. Pues bien, hace poco tiempo un bache en su camino lo ha tenido ingresado varios días en la UCI. Y muchos hemos estado rezando por él. Cofrades o no. Unidos en la oración especialmente ante la Santísima Virgen del Consuelo y por supuesto por la intercesión de Santa Ángela. Y no me cabe la menor duda que su fe inquebrantable a Santa Ángela de la Cruz, lo ha sacado de ahí. Tanto es así, que va mejorando a pasos agigantados y sin quedarle siquiera secuelas. Un caso único, según los médicos, que lo ha devuelto prácticamente a la vida. Y ahora, que ya comienza a andar normal, ha vuelto a su Hermandad, a su KKK y sigue sonriendo con la misma alegría de siempre, contagiándonos de su naturalidad y su simpatía. Porque él, mejor que nadie sabe que la vida es un regalo y hay que disfrutarla al máximo, con los pequeños detalles que te hacen feliz. Gracias Juanlu, porque nos has dado a todos una lección de entereza, de lucha y de fe por salir adelante de esta piedra que te ha tocado pasar. Gracias a Dios seguiremos disfrutando de ti. Y gracias, como no, a Santa Ángela de la Cruz.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios